HEAVENLY No tenía la menor idea de que Lionel regresaría esa misma noche a su casa, y al parecer Angie mucho menos. Estaba en el computador de Lionel, cuando de repente la puerta chocó contra la pared, estaba por entrar a los archivos de las cámaras, por pura suerte aún no lo hacía y un imbécil comenzó a gritarme. —¿Qué mierda haces aquí? —su furia era casi palpable, se acercó a mí, amenazante, me tomó del brazo con mucha fuerza, y me levanto —te pregunté algo, ¿eres sorda, tonta o solo te haces? —¡Suéltame, me estás lastimado! —Me importa una mierda si te rompo el brazo, pero de aquí no sales hasta que me digas que es lo que has estado buscando, ¿a quién le darás información?, ¿trabajas para alguien? —pero este hijo de puta, ¿piensa que estoy aquí por gusto o que? —¡Contesta carajo