Nueva York, New York City Health & Hospital 2011.
—Emma, ¿sabes que Adam ha tenido un terrible accidente? —inquiere Luciana.
—Eso acabo de oír, pero —se muerde el labio visiblemente alterada —¿no serán noticias amarillistas?. A Adam siempre le inventan este tipo de cosas, además por lo que dicen no fue un accidente, sino que él ex novio de Clara —siente una punzada en el corazón al decir tal nombre —le disparó.
—Habrá que investigar, pero —la toma del brazo —solo no te pongas más nerviosa, Adam es nuestro jefe y no debemos meternos en su vida…
—No es solo nuestro jefe, es nuestro amigo —se muerde el labio.
—Precisamente por eso, actúas como su novia y él ya tiene una —Emma niega con la cabeza —sé que ese amor no correspondido que sientes hacía él te hace actuar de esa forma, pero por lo que más quieras —la joven se muerde el labio ante la evidencia de sus sentimientos, —no te humilles más, te puedo jurar que Clara estará allí y como toda mujer se dará cuenta de lo que sientes por su novio.
—No siento nada —lo niega sintiendo una punzada en su corazón —, somos amigos y como tú dices… es nuestro jefe.
Emma intenta convencerse de ello, pero la verdad es que su amor no correspondido hacia su jefe cada vez le hace más vulnerable, en situaciones como esa le gustaría poder decir abiertamente sus sentimientos, pero con el paso de los años se ha dado cuenta que él no siente nada por ella, la prueba es que aunque ha hecho mil cosas como cambiar su corte de cabello, el estilo de su ropa y la manera de hablar él sigue sin corresponder a sus sentimientos o dar alguna señal de que siente por ella algo que no sea un cariño fraternal. Al llegar a la puerta de la habitación en la que está Adam, se queda unos segundos pensando en entrar o no, pues las palabras de Luciana le han llegado a lo más profundo.
—Pues es que no entiendo —los escucha murmurar —hasta hace unos días te referías a Clara como la "niña" y ahora hasta piensas en matrimonio.
Emma siente cómo su corazón se va rompiendo poco a poco, no le gusta lo que acaba de escuchar, por años ha mantenido la esperanza de que los sentimientos de su jefe cambien y con ellos empiece a verla como la mujer que es. Ver la sucesión de mujeres con quienes ha salido ha sido una larga agonía, pero saber que piensa en casarse con la última de ellas le parte el corazón.
—Yo sé, pero Clara ha estado tan al pendiente, va a venirse a quedar conmigo... —escucha Emma —. Ella vive en la otra punta del país —explica Adam —además llevamos saliendo casi seis meses y yo siento que es hora de formalizar nuestra relación.
—Me parece que te precipitas, está bien que salgan, pero hablar de matrimonio con una mujer a la que ves solo los fines de semana y eso... —escucha la voz suave de Damian, él fiel amigo de su jefe.
—No lo creo, mira yo en ella veo a una mujer increíble —la morena se limpia las lágrimas ante la inminente noticia.
Tras quedarse en blanco Emma juguetea con su bolso y decide entrar forzando una sonrisa que no siente, antes que nada ella y Adam son muy buenos amigos y su deber como ello es apoyarlo. Golpea la puerta y entra luego de recibir la instrucción.
—Hola Emma —saluda Damian mirándola encantado —sigue, voy a ir por un poco de café ¿quieres? —. Adam se percata de la seriedad de su amiga pero no le presta mayor atención.
—No muchas gracias, en realidad solo vine de paso, Luciana y yo quedamos para comer —mira su reloj —y tengo el tiempo exacto.
—Bueno —Damian se despide de la joven con una sonrisa —ahora seguimos hablando —Adam asiente.
—¿Cómo estás? —se obliga a romper el silencio —hasta ahora pude desocuparme —evita el contacto físico.
—Como si me hubieran dado un tiro —bromea —eso y la falta de nicotina me están acabando, afortunadamente Clara no tarda en llegar.
—Ah sí claro. ¿Cómo vas con ella? —como digna masoquista quiere saber más del tema —digo, me contaste de ella hace unos meses.
—Si, hace seis meses —sonríe —es una mujer maravillosa, Candy (el apodo de Emma) de hecho quiero tú opinión, eres mi mejor amiga y quiero que me digas que piensas sobre esto —saca una revista de Tiffani & Co —se la pedí a Damian y me la trajo —señala un anillo —quiero dárselo a Clara, creo que es el ideal, tú cara me lo dice todo y sí a ti te gusta y mira que tú tienes unos gustos únicos sé que a Clara le gustará... De hecho quiero hablar con ella y cuando obtenga su respuesta me gustaría que tú le ayudarás con todo lo del matrimonio.
—No creo que pueda —intenta sonreír —estoy por empezar la maestría y ya sabes que eso lleva mucho tiempo, pero si pudiera lo haría. Creo que es hora de irme, ya sabes como es Luciana y queremos hacer un plan de chicas.
—Nunca entenderé qué es eso que hacen todos los miércoles. Seguro que hablan de hombres, oye Candy tú llevas meses sola ¿no es así? —la joven hace una mueca —. Creo que Hector y tú se llevarían magnifico.
Mientras tanto Emma contiene sus deseos de llorar, no le parece justo que Adam la trate de esa manera, ignora su propuesta de presentarle un amigo y decide darse una vuelta cuando se encuentra a Damian ligando con una guapa rubia,opta por no despedirse pues sabe que eso le arruinaría sus planes. Se va intenta hacer tiempo para encontrarse con su amiga, se debate entre pararse en una heladería y comer o solo ir a comprar alguna cosa.
Por su parte Adam no deja de pensar en su futuro, siempre ha sido un hombre muy familiar, pero hasta ahora no se había planteado la idea de casarse, tras lo ocurrido con él ex novio de su futura prometida decidió que no solo su relación con Clara debía avanzar sino que no quiere seguir viviendo como un hombre solitario y lo mejor es dar el siguiente paso, casarse.
Emma con el corazón destrozado empieza a comer helado, Luciana intenta consolar a su amiga pero esta está muy concentrada en su helado y la ignora.
—Tenías razón, Adam no me quiere —termina su helado —solo soy Candy su amiga, así me dice, pero no con otro tipo de pensamientos, solo lo hace porque le parezco eso, me ve como a una amiga o hermana, mira que pedirme qué le ayude a Clara a organizar el matrimonio.