Tal vez, las primeras veces son más significativas para las mujeres, pero indiscutiblemente las ultimas lo son para los hombres. Ya era de noche cuando recibí la llamada de Estefanía; si he de ser sincero, pensaba en Bianca cuando lo hizo, en su adorable inocencia, esa que produce morbo y el deseo de corromper y moldear su comportamiento, dejando salir a esa depredadora s****l que habita detrás de las más conservadoras conductas. –Hola– dije sin mirar el teléfono, aunque sabía que era ella. –Hola, ¿Cómo estás? ¿Cómo termino tu día?– dijo con voz picaresca pero con sarcasmo, yo sabía que se refería a la visita que había llegado a mi casa cuando ella iba de salida. –Bueno, desde mi perspectiva fue bastante productivo, pudimos afinar la mayoría de los detalles, ya lo demás ira surgiendo e