Espere a Noah cerca a la biblioteca central, ese es un punto de encuentro perfecto para los dos, hoy venía muy casual, no como siempre se ve en la universidad. Creo que tengo el honor de verlo de otra forma, mucho mejor. Me ve y se lanza hacia mí, me besa con sus manos en mis mejillas, lo miro y le sonrió, me abrazó por detrás y caminamos hacia alguna dirección, no decía nada, solo caminábamos. Tome su mano y la entrelace con la mía, la calidez de su cuerpo me recibe, nuestras manos compaginan a la perfección, sin necesidad de decir una sola palabra continuamos nuestro camino, llegamos hasta un restaurante italiano. El olor a salsas y especias entraban por mis fosas nasales. Nos sentamos y pedimos nuestra cena, pedí pasta al pesto, siempre ha sido mi favorita, él pidió una pizza con salami