Me ubico de espaldas, mirando hacia el fondo quizá esperando que él salga y ver que ella no tenga el maquillaje corrido, eso me aturde un poco, Dios, lo sé, él no es nada mío aún y no puedo pretender que las cosas sean diferentes al menos hasta que hablemos de eso. Muevo mis pies mientras abanico una hoja dándome un poco de viento. Mi amiga viene con un par de smoothies, se ríe de forma orgullosa. —Si sigues mirando así, se darán cuenta que estás que le rebanan los sesos —. Se sienta a mi lado y cruza los brazos. —No amiga, solo que… Por dios, me está matando la incertidumbre, que tal y él quiera darle una oportunidad, amiga me siento frustrada, me siento patética —. Resoplo. —Tranquila, ese bom bom ya está bajo tus brazos, solo confía que al menos tienes más cuerpo y elegancia —,