7-A

1504 Words
El silencio del comedor durante el desayuno se ve interrumpido por esporadicos ruidos de cubiertos chocando contra los platos para cortar comida, aunque la fuerte tos y respiraciones por parte de los dos pelirrojos llama la atención de la mujer y los chicos quienes están sentados a la mesa. "Si comieras bocados más pequeños y masticaras más despacio en vez de querer aspirar la comida no te ahogarias." Regaña la mujer a Barba Roja porque de nuevo se está atragantando, Evan se levanta de su asiento para golpear la espalda de su tío para ayudarle a respirar, Vikingo mira de reojo pero no deja de comer. -Sirveme más agua mujer- Ordena con voz rasposa Barba Roja despues de ponerse rojo como tomate, respirar agitado y limpiarse con su mano las lágrimas que salieron de sus ojos debido a su violenta tos. -Yo te sirvo tio- Se apresura a responder Evan pero la mujer lo detiene extendiendo su mano. "Aquí no hay sirvientes, puedes servirte agua solo, eres un hombre, no un niño." Vikingo alza la mirada, el pelirrojo observa que la mujer amenaza con la mirada a Barba Roja, el momento es tenso, los chicos se preparan para los gritos y la confrontacion que no llega porque el hombre se sirve agua de sabor por si solo, pero sin dejar de asesinar a la mujer quien sonríe burlonamente. "Como veo que tienen terribles habitos para comer y les gusta mucho más la comida casera desayunaremos y comeremos juntos diariamente, si quieren que les prepare la cena me ayudarán." "Y comerán más verduras que carne, pan, pasta y dulces, entendieron?" Tanto Nicole como Evan quien está sentado en medio de su papá y tío, se miran con preocupación después de escuchar lo que dijo la mujer, los dos hombres lucen enfadados mientras colocan los codos sobre la mesa para intimidar a la mujer. -Y porque mierda tendríamos que obedecerte?- Vikingo responde. -Tu comida es buena pero no tan buena como la comida rápida que ya está preparada y es más barata- Los chicos se quedan quietos y en silencio mirando a la mujer quien sin prisas termina de masticar su último bocado antes de servirse agua, beberla y mirar a los dos hombres. "Esta bien, pidan comida, no me importa, es menos trabajo para mi." Acto seguido la mujer se levanta de su silla, recoge sus platos sucios, su hija y Evan la imitan, los tres llevan todo a la cocina mientras los dos hombres se quedan sentados sin hacer nada. "Mi amor llévate por favor la pasta, la ensalada y el postre a nuestra casa." Pide la mujer a su hija, Evan le ayuda a la chica a recoger los tres grandes recipientes con comida que huele delicioso para llevarlos a donde le indicaron. -Hey, porque te llevas esas delicias?- -Aqui pueden dejar toda esa comida, el refrigerador ya está limpio- Se quejan de inmediato los dos hombres. "Ustedes ya dejaron en claro que la comida rápida es mucho mejor que la comida que preparo así que pueden seguir ordenando comida chatarra, mi niña ve a casa." Nicole se queda al lado de su mamá para protegerla, Evan se coloca al lado de la chica para defenderla en caso de necesitarlo, lo cual no es necesario porque despues de torcer la boca y poner los ojos en blanco los hombres se levantan, toman sus platos sucios y los llevan a la cocina. "Sabía que recapacitarian, chicos, dejen la comida dentro del refrigerador." Pide la mujer quien se siente triunfante al ver que los dos desaliñados barbones dejan sus platos dentro del fregadero. "Dejen eso, ustedes vayan a lavar ropa, despues me ayudaran a limpiar lo que haga falta." Susurra la mujer acercandose a los dos chicos quienes se retiran con rapidez al cuarto de lavado, cuando los pelirrojos están por subir a sus habitaciones la mujer los detiene. "A donde creen que van?" "La mesa sigue sucia, hay que limpiar y guardar la comida en el refrigerador, dense prisa." Ordena con voz fuerte y firme la mujer, los hombres se dan cuenta que los chicos desaparecieron, así que a regañadientes y con cara de fastidio los dos no tienen más remedio que obedecer. Mientras Vikingo termina de limpiar la mesa, Barba Roja lava los trastes, la mujer supervisa a sus ayudantes en la lavanderia antes de tomar la escoba, trapeador y distintos trapos para limpiar lo que le hace falta. "La comida se servirá por la tarde, pero quiero que compren pollo esta vez, la carne que compraron, cocine y devoraron como verdaderos cavernícolas se acabó." "Y sería bueno que se ducharan, cambiaran de ropa y peinaran para ese entonces." Indica la mujer mientras los dos hombres suben las escaleras, después ella se dedica a limpiar lo que aún le hace falta. "Mami, estás bien?" Pregunta Nicole acercándose a su mamá después de cerciorarse que los hombres no están por ningún lado. "Si mi niña, sabía que esos panzones no podrían resistirse a nuestra comida, tu estás bien?" Cuestiona la mujer a su hija pues se nota ruborizada, la chica baja la vista antes de contestar. "Mami, nos besamos en el cuarto de lavado." La mujer sonríe feliz porque recuerda la emocion de los besos que dio en su juventud. "Ay mi niña me siento tan feliz por ustedes, pero solo se besaron?" Inquiere la mujer pues ya tiene más experiencia con una pareja. "Solo nos besamos, después nos abrazamos y seguimos lavando ropa." Responde la chica, Evan sale del cuarto de lavado cargando un cesto que contiene sus playeras limpias, el chico se da cuenta que las dos mujeres lo observan por lo que se sonroja apenado. -Ire a doblar mi ropa- Señala el chico quien se tropieza con un playera que cae del cesto porque queria subir rápido las escaleras ya que está apenado pues tiene la certeza de que Nicole le contó a su mamá lo que pasó entre ellos. Las mujeres no pueden evitar reirse un poco antes de seguir hablando. Para las dos de la tarde el piso de la sala por fin está limpio de manchas de refresco, pisadas, tierra seca y basura, al igual que las repisas empotradas en las paredes y los pocos cuadros colgados y para lograr limpiarlos la mujer tuvo que pedirle ayuda a Evan para bajarlos pues ella no podia bajarlos. Después de terminar de limpiar el comedor madre e hija se reunen para admirar su trabajo finalizado. "Sacaré esta bolsa de basura mami, no tardo." Informa Nicole tomando la bolsa negra de basura la cual está llena a la mitad, la mujer agradece y mira con orgullo la marcada diferencia del antes y despues en la bella casa. "Solo falta limpiar este librero, está tan lleno de libros que no se por donde comenzar." Medita la mujer quien escucha el rechinar de los escalones, señal inequívoca de que alguno de los dos greñudos está descendiendo. -Tengo hambre- Gruñe Vikingo con voz demandante, la mujer lo ignora mientras sigue meditando acerca del tiempo que le llevará limpiar el mueble de madera repleto de gordos libros antiguos. -Me oíste mujer?- -Dije que ya tengo hambre, a que hora comeremos?- Molesto porque la mujer lo esta ignorando por completo el pelirrojo se acerca a ella, la mujer aprovecha su cercania para pedirle que baje los libros del último alto estante del librero. -No quiero ayudarte, quiero comer, ahora- Se niega el hombre quien aún viste pijama, su barriga pálida se asoma un poco debajo de su desgastada y arrugada playera gris, la mujer lo mira de arriba abajo, al ver que está descalzo hace una mueca de asco. "No ordenaste el pollo, no te duchaste ni cambiaste de ropa y no usas zapatos, así no hay servicio de comedor." "Y menos si no me ayudas a bajar lo que te pido, hazlo ya." Retando con la mirada al alto hombre la mujer deja claro su punto, el pelirrojo esta por decir y hacer algo pero el sonido de la bocina de una motocicleta de reparto los distrae, la mujer se asoma por la ventana para mirar cuando su hija recibe el pedido de la tienda de comestibles. Frotando sus dedos, la mujer se arrepiente de haber tocado las sucias, duras y polvosas cortinas para asomarse por la ventana que está empañada, como todas las demas ventanas de la gran casa. "Y esto tambien falta por limpiar..." Se queja la mujer mirando las cortinas colgadas muy alto, al escuchar detrás de ella la risita burlona del hombre una idea se le ocurre a la mujer. "Ya que estas burlándote de mi estatura me ayudarás a descolgar las cortinas para lavarlas." "Tú como barba roja limpiaran las altas ventanas si es que quieren que siga cocinando para ustedes." "Sube a cambiarte, dile al otro pelirrojo que se cambie tambien y bajen a ayudarme de inmediato." La audacia de la mujer para mandarlo hace parpadeando perplejo al pelirrojo barbudo! ***By Liliana Situ*** Valoro mucho tu opinion y voto.

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