Diego entró nuevamente a la habitación, su semblante era de enojo. —¿Que quieres Diego?— Pregunté eufórica. —¿Por qué eres tan mala? ¿Que daño te hizo Catalina para que la odies tanto? Ella es tu familia, es tu prima— Preguntó Diego indignado. —Diego no la odio, tú querido amor se levantó de su silla de ruedas, no voy a permitir que me haga daño. —Catalina aún no puede caminar por todos los meses que estuvo en coma, ¿Por qué mientras tanto?. —Algún día te darás cuenta que la única persona que hablaba la verdad fui yo pero te juro Diego que ese día será tarde porque tendré una vida hecha con alguien más. —Ya sabemos a quien te refieres, lo único que te diré es que mientras estemos casados, no quiero que te acerques a ese hombre— Respondió Diego con severidad. —Diego pero ya si me ace