Llegado el medio día, Paola pasó por mí a la empresa, salí a mi hora de almuerzo, no le dije a Diego que me iría. —Hola amiga— Dijo Paola tan pronto entré al vehículo. —¿Como estás?— Pregunté con nervios. —Muy bien, a ti ni te preguntó, es lógico que estás nerviosa— Respondió Sonriendo. Al rededor de veinte minutos llegamos al hospital, tenía cita con la ginecóloga. —Buenas tardes doctora— Dije al entrar al consultorio. —Buenas tardes, mi nombre es Thalía— Respondió la doctora con amabilidad —Mi nombre es Isabella, y ella es mi amiga Paola, solo ha venido a acompañarme— Le respondí mientras tomábamos asiento. —E a bueno tener siempre a una buena amiga, ¿Dígame que la trae por aquí Isabella?— Preguntó la doctora. —La verdad es que últimamente me he sentido mareada, con un poco de n