Al cabo de tres días, el abogado de Maddox nos citó en casa de él. Todos los papeles para la adopción estaban casi listos, lo cual para mí era increíble. Iba bajando por las escaleras, cuando el aroma de las rosas que habían llegado hoy en la mañana, inundó mis fosas nasales. El aroma es tan dulce que provoca una suave sonrisa en mis labios. El color me recuerda a la pureza, es como Snow, como yo, pero… Al mismo tiempo me produce una sensación intranquila. Muy raro, es decir… Solo son rosas ¿Qué motivos podrían existir para temerle a algo tan bello. Mis dedos intentan tomar una de las que están en el jarrón, mas al hacerlo, siento el pinchazo en mi dedo. —¡Ay!—me quejó, apretando mi índice, cuya gota de sangre se derrama en uno de los pétalos blancos. —¿Qué pasó? —entra Nani corri