—¿Y bien? ¿Cómo salieron mis exámenes doctor? —pregunté con la ansiedad subiendo por mi cuerpo, mientras el médico revisaba el electrocardiograma. Aunque él no respondió, sonrió con amabilidad. —Usted es de mis mejores pacientes, su afección está controlada, siga el tratamiento que está trayendo buenos resultados, pero una cosa, evite las emociones fuertes, he notado ciertos cambios, y aunque no son considerables, es mejor evitarlas. —Trataré doctor —sonreí satisfecha. Agradecí por la atención recibida, el médico me despidió muy amablemente, incluso me acompañó a la puerta. Se sentía tan bien estos pequeños detalles, donde se era tratado con respeto. —Muy bien corazón, sigue así, latiendo con fuerza y vigor. Sé que has pasado por tanto, pero tienes que seguir. Hay muchas cosas por ha