Voy corriendo para mi trabajo, como alma que lleva el diablo. Debido a que estoy retrasada por haberme quedado jugando hasta tarde con Ismael y sé perfectamente que esa excusa molestará a Pablo, sobre todo cuando él se dio cuenta de que me dormí tan tarde; en conclusión, estoy muerta. Mi pelo está libre como el viento y de mi frente corren gotas de sudor. Las personas que me ven, me miran como un bicho raro y es que claro, estoy en tacones y uniforme de recepcionista corriendo para llegar al bus que me lleva a la empresa. Un carro pasa a mi lado y baja su velocidad. Ignoro el carro y sigo corriendo a mi destino. La ventanilla del auto baja lentamente y se escucha una voz masculina. -Buen día mi bella dama ¿Cómo amaneces? ¿Como amanecí ? -pienso- Ahora mismo estoy muriéndome de tanto c