Al día siguiente, Dorita comprendió que Beryl no exageraba al decir que la “bomba” estallaría. Desde muy temprano, llegaron los lacayos con invitaciones, cartas de felicitación, ramos de flores y regalos. Berly estaba tan emocionada con todo, como con los regalos de Navidad cuando era niña. –¡Lee los elogios que me dedica Lord Godolphin!– exclamó entregándole una carta a Dorita–. Es un viejo hipócrita. Me odia desde que tenía quince arios, cuando trató de besarme y le di un golpe en el estómago. –Es una carta muy agradable. –¡Viejo adulador! Beryl se sintió decepcionada con los regalos. –Con esta ya son tres fuentes de plata– suspiró–. La gente debería saber que Gallen tiene la mejor vajilla de plata en Inglaterra y que la mayoría data de la Época de Carlos II. Apartó con desdén tres