CAPÍTULO SEIS Kevin podía sentir toda la belleza y el peso de la Colmena retumbando en su cerebro. No, no era cierto. La Colmena no estaba en él, él estaba en ella. Él era una parte del todo, una partícula de luz en una galaxia interconectada. Tratar de entender todo esto era desconcertante, parecía imposible. ―Se volverá más fácil ―le prometió purísimo Xan, a pesar de que no había amabilidad ni simpatía en su tono. Solo era la observación de un hecho. ―¿La Colmena siempre ha sido tan… grande? ―preguntó Kevin, apenas capaz de asimilar la magnitud de todo lo que podía sentir. ―Lo que estás viendo son las conexiones de una nave-mundo ―dijo purísimo Xan―. Mira más allá, Kevin. Kevin trató de mirar más profundamente, y logró ver un hilo brillante que salía de la Colmena a la que estaba co