Simplemente Mia

CREO QUE ESTÁS EMBARAZADA

NARRA PATRICIA

Sentir sus manos tocando mi cuerpo es algo tan excitante. Poco a poco fuimos caminando hasta la cama mientras quitamos nuestras ropas. El besaba mis labios dejaba suaves caricias en mi espalda y en mi cuello. Tomo mi cabello con su mano para tener mejor acceso a mi cuello, pero antes me miro a los ojos podía ver lujuria en ellos.

—Eres muy hermosa Patricia, tienes un cuerpo de Diosa, por favor llévame al Olimpo nena. — mientras besaba mi cuello yo me derretí en sus brazos no sé en qué momento ya me tenía debajo de el sin nada de ropa en mí, jamás había estado tan expuesta frente a alguien más que mis primas.

—Aaah — dejo salir un gemido cuando siento sus dedos tocando mis pliegues vaginales. Luego su lengua hace un espectáculo en esa área mandando escalofríos a todo mi cuerpo y más sus manos que están apretando mis muslos. Una sensación de calor empieza a llenarme y la sensibilidad en la zona se vuelve cada vez más y más intensa.

—Aaah sí que rico se siente Roger — le digo cuando los espasmos del orgasmo vienen a mí. Roger no pierde tiempo y rápidamente se acomoda entre mis piernas me penetra yo dejo salir un pequeño grito que es detenido por un beso delicioso y lento pensé que iba a doler más pero no, creo que estaba demasiado excitada para sentir dolor después del primer empujón que me dio se movía muy despacio salía y entraba en mí.

—Ooh si nena, ooh que deliciosa eres, me aprietas tan rico. — dijo entre dientes cerca de mis labios los cuales no dejaba de besar. Empezó a moverse mucho más rápido y profundo me puso en varias posiciones deliciosas después de unos minutos que un nuevo orgasmo llegó a mí el también apretó mis piernas.

—Oh si si si aaaaaah - decía mientras empujaba mucho más rápido y profundo parecía una bestia y el sonido que hacían nuestro cuerpo era delicioso. Sus manos jugaban con mis pechos y mi trasero su lengua jugaba a con mis pezones o mi cuello. Esto que siento es delicioso nunca me imaginé que el sexo fuera tan delicioso hasta que se quedó quieto dentro de mí y sentí algo caliente en mí, el salió muy despacio de mí su frente choco con la mía me dio un beso muy apasionado y delicado. Yo lleve mi mano a tocar su barba mientras me besaba.

—Eso estuvo increíble. — dije recuperando el aliento él se ríe un poco.

— Eso se queda corto hermosa. Eres una delicia de mujer me volviste loco. — se sienta en la cama yo me acomodo en ella estoy muy cansada. El entro al baño y yo me quede recostada en la cama donde no me di cuenta en qué momento me quede dormida. Al despertarme, me di cuenta de que ya había amanecido y que estaba sola en la cama. Con un poco de incomodidad en mi entre pierna me levante para ir a tomar mi cartera y sacar mi teléfono. Eran apenas las 7 de la mañana tenía llamadas perdidas de las chicas. Buscó con mi mirada si en alguna de las mesitas ha dejado una nota o algo de lo que llevaba puesto ayer y no había nada. Él ya se había ido me doy un golpe en la frente. Claro, que estúpida que soy, que podía esperar de un hombre como el, unas horas de conocernos sexo casual y ya. Voy al baño para bañarme, me coloco mi vestido nuevamente y camino por la playa rumbo a la casa. Cuando llegó toco el timbre y rápidamente Mary me abre la puerta.

—Tienes que contarnos todos los detalles, pero ahora vete por atrás y ve a el cuarto ponte el pijama. Que la señora Eva a preguntado por ti y le hemos dicho que te pasaste de copas y sigues dormida. — al entrar por la puerta de atrás escuché a la señora Eva preguntar quién era a Mary subí a la habitación me quito bien el maquillaje y me coloco un pijama decido recostarme un rato en la cama. No tenía dolor físico era más dolor moral.

—Ahora si cuéntanos ¿paso? — pregunta Mary con entusiasmo entrando por la puerta junto a Cecilia. Sus caras cambian cuando ven mi rostro y las lágrimas bajando por mis mejillas.

—Le di mi primera vez a un completo desconocido, todo fue lindo, pero al despertarme él no estaba allí. No dejo ni una nota ni nada. — termine de decirles entre sollozos me sentía una completa idiota.

—Oh Pato, lo siento mucho. — me dice Mary la cual ahora llora conmigo.

—Eso no se va a quedar así vamos a buscarlo. — dice Ceci.

—¿Y que le dirás? — Ella se me queda viendo y luego a Mary.

—No quiero problemas, les pido por favor que no le cuenten a nadie de esto ni a sus amores por ahora déjenme llorar. — sigo sacando mi culpa y mi dolor moral. Odio a los hombres los detesto.

—¿Qué tal si nos quedamos aquí viendo películas? ¿Saga mágica o saga romántica? — pregunta Cecilia la adoro ella y Mary son más mis hermanas que mis primas.

—Te adoro Ceci y por los ánimos que tengo ahorita creo que me voy por saga Mágica. — le digo ella me abraza fuertemente.

—Hey, ¿y para mí no hay? — dice Mary poniendo cara de borrego le extiendo mi otro brazo y ella me abraza también.

El fin de semana acabo regresamos a casa mucho más tranquilas. Volvimos a nuestras actividades yo ya había superado ese mal momento de mi vida. Me dediqué a diseñar y a la costura es algo que me apasiona y me relaja a la vez. Mi papá es nuestro proveedor de materia prima. Le he pedido un préstamo que espero poder pagarle con intereses una vez que mi marca salga a flote sé que mi madre tiene el dinero para pagarla, pero esto quiero hacerlo por mi cuenta. Ella solo tiene que regar la bulla entre mis tías y sus amistades. Me he mudado a un pequeño departamento en el piso de arriba a dónde está mi tienda necesitaba privacidad y ese departamento fue la oportunidad perfecta.

Ha pasado un mes y medio casi desde esa noche me he sentido muy cansada y con mucho dolor de cabeza y espalda. Desde de cerrar todo en la tiendo subo a mi departamento al entrar veo a las chicas que están comiendo pizza en el mueble el olor a pizza me provoco un asco horrible. Salgo corriendo a el baño tirando todo lo que tenía en mi estómago en el inodoro del cual estoy abrazada. Cecilia y Mary vienen a mi lado.

—Ves te lo dije. — dice Cecilia a Mary quien queda con sus ojos abiertos viéndome algo desconcertada.

—Ven linda te ayudo. — me dice Cecilia yo acepto su ayuda me levanta del suelo. Me enjuago la boca y salgo a la sala donde el olor a pizza vuelve a mí, pero después de una menta se me calma.

—Patricia creo que estás embarazada. — me tira Cecilia yo me pongo hacer cuentas mentales ¡No dios mío no me puedes hacer esto!!

—No puede ser, Dios que mal estoy pagando. — digo llorando en el mueble.

—Cálmate todavía no es algo concreto, pero podemos salir de las dudas ahora mismo compre tres pruebas. — dice Ceci nos dejó asombradas con Mary nos miramos.

—Pato te recuerdo que tienes tu periodo en los mismos días que tengo el mío y te quejas y demás, pero esta vez no lo hiciste y ya ha pasado mucho tiempo de eso ¿no es así? — yo solo asentí sus palabras. Ceci saca la bolsa de la farmacia y me la da.

—Salgamos de las dudas de una vez ¿quieres hacerlo sola o quieres que te acompañemos? — me dice Mary dándome una sonrisa tranquilizadora.

—Juntas — caminamos de nuevo al baño, tomo la muestra en un vasito desechable para luego hacer las tres pruebas de embarazo. Pasan los 5 minutos y yo no soy capaz de acercarme y verlas sé que son positivas. Todos estos síntomas los atribuía a el cansancio o al estrés del trabajo y el vómito cuando a veces no he comido nada pensé que me pasaba del estómago.

—Ya es momento de ver las pruebas. — dice Cecilia.

—No puedo, véanlas ustedes. — me doy la vuelta para no ver su reacción. Ellas se acercan a el lavado a verlas. Están susurrando cosas entre ellas. Me doy vuelta para verlas, pero ellas no tienen ninguna expresión en el rostro.

— ¿Y? — pregunto y Mary me sonríe.

—¡Seremos Tías! — grita Ceci dando de brincos. Yo siento que el aire me falta y me cuesta respirar. Ambas van hasta mi sujetan cada una mi mano. Me recuestan en el mueble. Mi llanto sale a mares ¿ahora que haré? ¿cómo se lo diré a mi familia? Me van a matar en especial mis hermanos.

—¿Y ahora que haré? Van a matarme chicas. — Mary soba mi espalda.

—Lo primero es que te calmes porque le harás daño a tu bebé y es el menos culpable aquí. — dice Mary yo asiento trato de respirar más tranquila.

—Pato si sigues teniendo el número de ese hombre es mejor que lo llames y le digas a él primero es su hijo y tiene que hacerse responsable. — dice Ceci.

—Déjala que asimile la noticia y luego le tiras otra. — dice Mary molesta a Ceci.

—No te enojes Mary, Ceci tiene razón, pero no quiero hacerlo ahora. Él no me ha llamado en todo este tiempo y no creo que le interese mi embarazo. Quiero descansar chicas. — me levanto del mueble y camino hasta mi cuarto me cambio de ropa. Salgo a la cocina a tomar un poco de jugo ellas siguen aquí.

—Nos quedaremos aquí contigo si no te molesta. — yo niego con mi cabeza.

—Creo que mi cama es muy grande cabemos ahí vengan. — ellas me sonríen y vamos hasta mi habitación ponemos una película que ninguna termino de ver ya que nos quedamos dormidas. Han pasado 5 días desde que me enteré de mi embarazo. Para mi suerte, mamá se fue a un viaje de negocios con papá así que no han sospechado nada mis hermanos solo me llaman para preguntarme si no necesito nada y ver cómo estoy, nadie sabe más que Ceci y Mary, pero ahorita tengo el número de Roger listo para ser marcado respiro hondo y marco el número. Suena 3 veces hasta que contestan escuchar nuevamente su vos me descontrolo.

—Hola, ¿en qué puedo ayudarte? — me dice muy diferente a como me hablaba ese día.

—Necesito hablar contigo en persona ¿crees que podríamos vernos? — le digo igual casi en el mismo tono que él.

—Soy un hombre muy ocupado, pero para tu suerte tengo mañana libre y estoy cerca de Costa Azul podemos vernos allí. Y si lo deseas yo estoy más que dispuesto a repetir lo de esa noche. — es un verdadero idiota omito darle importancia a eso último.

—Ok, en frente del restaurante donde nos vimos hay una cafetería te espero allí a las 3 de la tarde. — le digo sería, pero para el no pasa la oportunidad de seguir siendo un idiota.

—Está bien nena, ahí nos vemos. — cuelgo la llamada.

-Bueno bebé creo que iremos a decirle a tu padre de tu existencia. - mientras sobo mi vientre.