Tete, visiblemente molesta por la reacción de Estrella, dejó escapar un susurro cargado de frustración entre dientes, sintiendo la injusticia de la situación. —Maldita mocosa. Los tres hermanos, preocupados por el incidente, se acercaron a Celeste con gestos de apoyo y miradas de inquietud, deseando saber si estaba bien después del altercado. —¿Estás bien? —preguntaron al unísono, con tono preocupado. Tete, con la voz entrecortada por la tristeza y la confusión fingida, compartió su experiencia, buscando comprensión en el abrazo reconfortante de Wilson. —No sé qué le hice, ella me golpeó y dijo que no quería que estuviera aquí. Wilson, tu hermana no me quiere —confesó, aferrándose al consuelo que le ofrecía Wilson. Wilson, con tono tranquilizador, intentó calmarla, mostrando preocupa