Capítulo 6 — Solo por un momento.

2095 Words
[Jia] —¿La conocías? —La voz baja, pero a la vez tranquilizante de Chase, se escucha una vez más. Los padres de Addie aún no habían vuelto y ya era muy tarde. Afortunadamente Chase se había quedado a mi lado y había calmado al personal de la casa puesto que... Había sufrido una especie de ataque de pánico. Por lo que muchas cosas yacían rotas en el suelo, incluida la laptop de Addie. Aún no lograba asimilar cómo mi mundo se había destrozado, convirtiéndose en esto que no entiendo y que no tiene ninguna clase de sentido. Según ese reporte de internet, Jia Reagan estaba muerta, pero yo estoy aquí, este no es mi rostro, ni mi cuerpo, pero soy yo. ¡Soy Jia Reagan! ¿Por qué me está pasando esto? ¿Cuál es el objetivo? Todo iba tan bien en mi vida. Finalmente había recuperado a mi padre, me iba a casar con Naeem, mi trabajo estaba en su mejor momento... ¿Cuál es la razón por la que el universo decidió quitarme todo eso? ¿Por qué devolverme y hacerme vivir este sufrimiento? No puedo decir que soy una santa, pero ciertamente soy una persona que nunca le ha hecho daño a nadie. ¿Cuál era el castigo entonces? ¿Qué voy a hacer? ¿Qué será de mí ahora? ¿Y papá? Ya perdió a mamá, ahora me perdió a mí... ¿Cómo voy a vivir sabiendo que él está sufriendo por la muerte de su hija? Apesta estar en esta situación. Esto no debería estar pasando. —¿Podrías quedarte conmigo esta noche? —Aquella pregunta sale de mi boca sin siquiera pensarlo. Me aterroriza dormir sola. Sin embargo, el castaño se tensa y me levanta de su pecho. —Addie... Yo... —Querías saber si conocía a la persona que estaba en ese accidente... —Le recuerdo— Te lo diré, pero por favor, no me dejes sola. Sé que no te conozco y que estoy robando todo tu tiempo, pero... —Addie, no es eso. Es que... —El chico lleva una mano a su nuca y se rasca en un evidente gesto de nerviosismo, como si estuviera pensando qué decirme. Escogiendo cuidadosamente sus palabras— Siempre decías que no te gustaba dormir acompañada. Sin importar quien fuera, preferías dormir sola, en cualquier lugar... Sé que no lo recuerdas y es por eso que me sorprendo cuando dices esas cosas. Addie... Ciertamente no somos la misma persona. Yo prefiero mantenerme acompañada en todo tipo de situaciones. A pesar de no depender de nadie, siempre ha gustado sentir que tengo a alguien a mi lado. —Solo será por hoy... Hablaré con mis... padres y les explicaré que... —Está bien, me quedaré. Sabes que siempre estaré aquí para apoyarte, Addie Ainsworth. —Chase toma una de mis manos y la aprieta intentando infundirme valor. Entonces su teléfono suena y él se separa un poco de mí al ver el nombre de la persona— ¿Qué pasa, Yarím? ... No volveré esta noche, me quedaré a acompañar a Addie... Ya... ¿Puedes parar con eso? ... Pasaré temprano por mis cosas... Ya deja el tema en paz... Adiós, Yarím. Por el tono que estaba utilizando en esa llamada, parece que lo estoy molestando. ¡Y es obvio! Prácticamente estoy utilizando mi situación actual para mantenerlo a mi lado... ¿Qué clase de persona hace eso? Tal vez sí me merezca todo lo que está pasando... A veces soy demasiado egoísta. —Chase... Lo lamento muchísimo. —El chico frunce el ceño— Te estoy ocasionando demasiados problemas. Será mejor que vuelvas a tu casa, estaré bien por mi cuenta. Soy fuerte, lo superaré. Esas últimas palabras, más que para él, son para mí. Realmente necesito creer en eso porque lo que viene no será nada fácil. —¿De qué hablas, Addie? —Chase hace que lo mire y sin querer me pierdo en ese par de ojos marrones— No me estás metiendo en ningún problema. Es solo que Yarím es intensa, no tengo problema en quedarme y hacerte compañía. No es fácil lo que estás viviendo. Ni que lo digas. —¿Tu novia fue la que te llamó? —Casi me quiero morir cuando escucho mis propias palabras. —¿Qué? ¡No! —El chico incluso se atreve a soltar una carcajada que me tiñe las mejillas de rojo por lo avergonzada que me siento— Disculpa que me ría, es que aún no me acostumbro a tu amnesia. No, Yarím no es mi novia. Es mi hermana mayor. Ya sea en este o en otro cuerpo, mi destino es embarrarla con mis preguntas estúpidas. —Ah... Bueno, es lo mismo. No quiero obligarte a quedarte, tampoco es tu responsabilidad. —Intento sonar un poco más dura, pero por dentro realmente no quiero que se vaya. Me aterroriza lo que pueda ser capaz de hacer por no pensar con la cabeza fría. —Addie, sin importar qué, recuerda algo. —Por primera vez, algo en el tono de voz y en la mirada de Chase cambia. No sé si eso es algo normal en él, pero me da un poco de miedo esa expresión— Nunca, ni un solo segundo, has sido una responsabilidad para mí, ni tampoco me has obligado a quedarme... Estoy aquí porque te quiero, eres mi mejor amiga y solo quiero verte feliz, eso es todo. Mejor amiga... ¿Realmente existen chicos que pueden ser mejores amigos sin querer algo más con una chica? No lo creo. Naeem y yo comenzamos siendo amigos también. ¿Estará enamorado de Addie? ¿Addie lo estaría de él? Espero que no porque no planeo agregarle más drama a mi vida. —Vale... —¿Ahora me contarás todo sobre la chica del accidente? —Me tenso al escuchar mencionar lo que me puso tan histérica hace un rato. Incluso me sorprendo al darme cuenta que me había olvidado por completo del tema. Increíble— Es obvio que la conoces, destrozaste todo en tu habitación. No te culpo, pero sí me sorprende la razón. ¿Quién es? ¿Quién es...? ¿Quién era Jia Reagan? Una chica con una vida feliz y arreglada, pero que el universo decidió eliminar quien sabe con cuál objetivo. De todos modos, mientras pienso qué demonios haré con toda esta situación... ¿Qué se supone que debo decirle a Chase? ¿Qué mentira debería decirle? —Su nombre era... Jia Reagan. —Comienzo a decir y tengo que utilizar toda mi fuerza interna para no echarme a llorar de nuevo. Incluso suspiro varias veces— La conocí... Bueno, eso no importa. Realmente me sorprendió lo que le pasó. Más que sorprenderme, me destrozó y me cambió la vida por completo. —Según lo poco que me dejaste leer, tuvo el accidente el mismo día que tú... —Analiza y luego se detiene para observarme con el ceño completamente fruncido. ¿Y ahora qué?— Espera... Ahora que pienso en todo esto... Se supone que estás sufriendo de amnesia... ¿Cómo es posible que recuerdes a esa chica y no a nosotros? Ni siquiera sé qué decir después de eso... ¡Estúpida Jia! ¿Cómo no pensaste en ello? —Yo... Eh... —Addie... ¿Estás mintiendo referente a tu amnesia? —Abro y cierro la boca varias veces intentando pensar qué decirle— ¿Es enserio? ¿Me mentiste? Es decir, puedo creer que engañes a tus padres, puesto que su relación no es nada buena, pero... ¿A mí también? Esperen... ¿La relación de Addie con sus padres no es buena? ¿Por qué? Ellos siempre han sido muy atentos conmigo... O bueno, ella. —¿De qué estás hablando Chase? —Intento hacerme la desentendida, pero él nunca cambia su expresión. Definitivamente no me cree— Te prometo que no recuerdo nada acerca de la vida de Addie Ainsworth. Bueno, en teoría no estoy mintiendo. —¿Entonces cómo explicas que solo recuerdes a una chica que francamente nunca mencionaste en tu vida? —Bien, he sido atrapada— Hay algo que no está bien aquí, Addie. ¡Nada está bien! Sin embargo, por los momentos debo fingir que no sé nada. —¡No lo sé! ¿Estás contento? —Grito de pronto y Chase pega un brinco por la sorpresa— ¡No puedo recordar nada de lo que pasó! Solo... Solo sé que... No lo sé, Jia Reagan... Es el único nombre que tengo en la cabeza y me impactó muchísimo su muerte... ¿Podemos no hablar de ella, por favor? No te estoy engañando, realmente no recuerdo. Siempre he sido un asco en esto de mentir. Espero que el rostro de Addie sea mucho mejor mintiendo que el mío. Chase se me queda viendo lo que para mí son horas y horas. Claramente no me cree ni una sola palabra, pero decide no seguir indagando en esto y simplemente suspira y asiente, cosa que me tranquiliza. Al menos un poco. —Bien... Dejaré que me digas qué te pasa cuando estés preparada. —Me suelta y yo simplemente lo miro confundida— Nunca has sido capaz de mentirme por mucho tiempo. Sí, eres una chica que no expresa sus sentimientos, pero jamás me has sabido mentir mirándome a los ojos. Vaya... Este chico sí que la conoce bien. —No te estoy mintiendo. —Repito de nuevo, solo para asegurarme. —Vale, lo he captado... Y ya que quieres cambiar de tema, lo mejor será que me ponga a recoger todo este desastre. —Aquel cambio tan abrupto me toma por sorpresa— No quiero que tus padres se preocupen por esto. —Te ayudo... —Me ofrezco, pero él simplemente suelta una sonrisa burlona. —¿Te das cuenta que apenas puedes moverte? —Pregunta y yo me quedo en mi lugar— En realidad me sorprendió verte romper tantas cosas en tu estado, pero me sorprende mucho más que quieras ayudarme a limpiar tu habitación. Siempre odiaste cualquier cosa que ensuciara tus uñas... Tal vez sí sea cierto eso de la amnesia después de todo. Me quedo viéndolo fijamente un momento, perdiéndome en esa cálida sonrisa de labios cerrados y que mostraba un pequeño y adorable hoyuelo en el rostro. Está bromeando conmigo. Un poco raro eso de que a Addie no le gustaba limpiar, pero viendo en dónde creció, es obvio que era la típica niña rica mimada. Sin embargo, me gusta que este chico de cabello castaño no la haya juzgado ni una sola vez. Su aura es sumamente tranquilizante y pura. Nunca había conocido a alguien así. Al menos algo bueno salió de esto. Suspiro y le devuelvo la sonrisa mientras lo veo limpiar con demasiada paciencia cada objeto roto por mi furia incontrolable. Nunca se quejó y solo se dedicó a hacerme todo tipo de bromas que al final terminaron por hacerme olvidar el hecho de que realmente estoy muerta y que de alguna forma, mi alma o qué se yo, terminó en el cuerpo de esta chica rubia y con un amigo bastante raro. Pasa al menos una hora cuando termina de organizar todo y yo ya estoy muriéndome del sueño. Las pastillas que Chase me obligó a tomar me estaban ganando. Los padres de Addie ya habían llegado, pero al verme con el castaño, decidieron no interrumpir y se marcharon a su habitación. Aún me seguía sorprendiendo la confianza tan grande que tenían tanto en Chase como en su hija. —¿Por qué no te has dormido? —Me pregunta el chico mientras se arrodilla frente a mi cama, así que lo miro con ojos adormilados— Estás luchando contra el sueño desde hace horas. Bostezo e intento sonreír. —No quiero dejarte solo. —Pensé que eras tú la que necesitaba compañía. —El chico me regala otra sonrisa y yo simplemente ruedo los ojos y sonrío— Vale, duérmete ya... Te prometo que no me despegaré de ti hasta que salga el sol. Asiento y me le quedo viendo unos segundos, perdida en ese par de ojos café, hasta que finalmente decido rendirme y me quedo por completo dormida. Solo por un momento... Por un pequeño momento, me dejaré llevar y actuaré como Addie Ainsworth. Solo por un momento. Aún no estoy lista para enfrentar que ya no podré regresar a mi padre, ni a Naeem con el rostro de Jia Reagan. Solo denme un pequeño momento sin preocupaciones.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD