Ginebra Bass El perfume embriagador de Ezra, llega a mis fosas nasales, encendiendo los latidos de mi corazón. Me coloco erguida, apretando el celular en mi mano, por su presencia en la habitación, cosa que hace sentir más pequeño el lugar, como si las paredes se movieran, aprisionándonos entre sí, buscando que nuestros cuerpos se junten en un magnetismo indescriptible. ─Bonita manera de conocer a tu suegra ─expresa, provocándome una sonrisa burlona. ─Como si eso te importara, Ezra ─declaro, dejando el celular a un lado para cruzarme de brazos. Él, clava sus ojos miel en los míos, aseverando su entrecejo. ─Tienes razón, no me importa ─menciona, sin un atisbo de jocosidad. Los pocos días que le he podido conocer, han sido suficientes para saber sus intenciones. Ezra, comienza a camin