Emperatriz entró a la habitación donde tenían a Rogelio, ella al verlo se impresionó, estaba conectado a aparatos que le medían su presión arterial, tenía puesto el oxígeno, el escenario se veía realmente desgarrador. Ella se acercó lentamente y lo miró, estaba dormido, se veía indefenso, incapaz de hacer algún daño. Pensó en voz alta: “ Es un hombre tan atractivo, joven aún, tiene todo para ser feliz, ¿Por qué no puedo enamorarme de un hombre como él? En apariencia es el hombre perfecto para cualquier mujer, ¿Pero por qué la vida me ha puesto a vivir algo que yo no pedí? Ojalá llegara a enamorarme de él, porque así acabaría con el recuerdo de Guillermo. “ Justamente al terminar de decir esas palabras, Rogelio abrió los ojos mientras apretaba la mano de Emperatriz con mucha fuerza, e