Para cándida fue realmente un encuentro muy gratificante e inesperado ya que ella no llevaba una vida social activa gracias a que su hermano la tenía limitada de todo, así que no quería dejar pasar la oportunidad de poder tener más contacto con ese hombre que le había dejado maravillada. — Bueno Guillermo, encantada de conocerte, yo me tengo que ir porque me está esperando una amiga, pero no se si tal vez quisieras tomarte un café con nosotras. Guillermo sonrió y al mismo tiempo miró su reloj mientras le decía: — La verdad es que yo tengo que hacer algo aquí en el centro comercial pero un poco más tarde…y sí..puedo tomarme un café. Cándida emocionada por la respuesta de Guillermo enseguida le dijo: — Pues perfecto, entonces vamos y así te presento a mi amiga. Ambos se fueron cami