CAPÍTULO DOCE
Una de las cosas que Kate no había compartido con su grupo de café era el hecho de que no había dormido realmente desde que se había retirado del Buró. Originalmente había tenido problemas para dormir después que Michael murió, pero eso había estado relacionado con el acostumbrarse a tener un lado de la cama vacío más que a ninguna otra cosa.
Pero una vez que dejó el Buró, la falta de sueño era debida una serie de pesadillas que casi le habían creado un temor a dormir. Su doctor le había prescrito algunos remedios naturales que hicieron efecto durante un tiempo, pero eventualmente fueron dejando de hacerlo. Por un tiempo confió en potentes medicamentos para combatir las alergias que prácticamente la dejaban sin sentido, pero le permitían pasar una noche sosegada de vez en c
