Roisin. No sé qué es lo que me genera tenerlo en frente, porque no esperaba verlo tan pronto desde el día que llego a la mansión. Siento sacudidas que me confunden, definitivamente no lo he olvidado pero los sentimientos que tenía por el ya no son los mismos. Es el padre de mi hijo y nada más. Su barba está un poco más larga, su cabello esta peinado de forma despreocupada y lo hace verse más joven y dejo atrás los trajes a medida por ropa informal. Nunca lo había visto así, siempre lo vi con su atuendo de empresario todo poderoso, salvo en la isla donde mostraba su torso musculoso y donde hicimos... Céntrate. —Dime, ¿Por qué estás aquí realmente? Apoya su espalda en el respaldo y se cruza de brazos con una de sus sonrisas arrogantes que me gustaron siempre. Ya me comí todo lo que habí