—Encontré a Peter cuando salí ese día de la empresa y me trajo aquí. Desde ese se ha empeñado en acompañarme y me ha demostrado que no estoy sola, me ha arrebatado incontables sonrisas, me ha cuidado, ha sido un amigo cuando lo necesité, ha cumplido cada uno de mis antojos sin importar la hora. Me vio llorar por ti, me ha contenido y se enfrentó a un hombre a muerte para protegernos a mí y a tu hijo. Esas acciones han hecho que mi corazón hoy esté en las manos de Peter. Nosotros dos acabamos de formalizar nuestra relación, se lo ha ganado y merezco a alguien que me ame como me ama Peter. Asique si, lo quiero y ese sentimiento cada día se vuelve más fuerte. Lo siento Alex, pero sí. Me hace feliz y lo quiero. Una sonrisa fugaz apareció en sus labios. No duró mucho, pero ahi estaba y la vi.