GRETA
A la mañana siguiente muy temprano, se escuchaba una campana sonar, yo aun tenia sueño pero uno de los niños me empezó a mover.
-Greta, despierta la hiena está por venir, debemos salir al pasillos - dijo Esteban con preocupación y aun moviéndome.
-Que , ¿por qué tan temprano?, ¿ y quien es hiena? - dije aun adormilada, limpiando mis ojos.
-Es la vieja que te trajo ayer aqui, rapido si no se pondrá furiosa y nos castigará - Beltrán tomo mi brazo y me jalo fuera de la cama hasta estar para en el pasillo, al percatarme bien había varios niños todos estaban en fila sin moverse, a lo lejos venía Teresa con las manos detrás mirando a cada lado, en cuanto pasó a mi lado se detuvo y volteo a mi, solo baje la mirada sin moverme y decir nada.
-Asi me gusta, que desde el primer dia se comporten y no den problema - dijo teresa mirándome fijamente.
-Bien, ya saben que hacer, para los nuevos si no saben aqui se trabaja para que recibas tu comida, si no trabajan no se les dara, así que greta ven conmigo, te podre hacer tu primer tarea.
-Ve rápido, a ella no le gusta que la hagan espera- dijo andrés dándome un pequeño empujón.
-Recuerda, no la mires, no le respondas solo di sí- dijo Beltrán sonriendome, sin más camino atrás de Teresa, me llevó hasta una cocina, estaba sucia y olía mal.
-Este será tu primer trabajo, quiero limpia esta cocina oíste, los trastes, sartenes, hoyas, el piso barrido y trapeado, oíste -
Era una locura, apenas era una niña, no sabía lavar, ni barrer y ni de hablar como llegaría al lavadero, estaba por protestar pero recorde lo que me dijo beltrán, solo agache la mirada.
-Si, señora- dije si más.
-Bien, en una hora vendré para ver como vas -
Al quedarme sola mis lágrimas salieron de mis ojos, quería ir a casa, tenía sueño y hambre, ahora tenía que trabajar por un plato de comida, lo peor no sabía cómo hacer, me senté en el suelo sucio y abracé mis pequeñas piernas.
Después de un rato recuerdo como mi mamá hacía el oficio de la casa, cuando lavaba los platos tarareaba una canción y a mi me ponía a un lado sentada mientras comía unas galletas qué ella horneaba, me levanto y tomo un banco subiendome en el para lavar los trastes, el agua de la llave estaba helada, como pude los lave con cuidado, estaba cansada, mis manos me dolía, tenía frio y hambre , hasta que teresa llegó.