ANDRÉS
Me daba mucha pena y tristeza la nueva niña; era tan linda. “¿Por qué la abandonarían sus padres? Ahora el problema era que ella creía que sus padres vendrían por ella.”
- Por tu culpa, Greta piensa que sus padres no la abandonaron -
Le dije a Esteban en tono bajo y molesto, por su culpa esa niña inocente creería qué sus papás aún la amaban.
- Perdón, me dio lástima, no pensé -
- Pobrecita, y ahora, ¿qué hacemos? Algún día se dará cuenta -
Tenía razón Beltrán, ¿que íbamos hacer?, no teníamos responsabilidad con ella, pero por alguna razón mi corazón no pudo ser duro.
- Pues por ahora nosotros la cuidaremos; seremos como hermanos -
- Pero nosotros somos hermanos -
Dijo Beltrán en respuesta y se incorporó de la cama para sentarse en la orilla.
- Pero no de sangre, ¡daaa! -
Dijo Esteban, aventando la almohada a Beltrán en la cara, cosa que no le gustó y se la devolvió.
- Ya lo sé, pero crecimos juntos en la calle desde hace 6 años, hasta que nos trajeron aquí a los tres -
Tenía razón, nos conocimos desde hace 6 años. En ese entonces éramos vecinos; nuestros padres no eran como otros, a diferencia de muchos qué tuvieron una infancia llena de amor, nosotros nos toco un destino diferente; no pedimos nacer, pero la vida por alguna razón nos trajo a este mundo. Los míos consumían drogas, los de Esteban, su madre era prostituta, no sabía quién era su padre, y los de Beltrán tenían una hermana pequeña. Su madre lavaba ropa ajena para darles de comer. Era una buena mujer; a veces nos daba también a mí y a Esteban de comer. Pero todo cambió cuando su padre regresó borracho. Era alcohólico y, en un arranque de ira, mató a golpes a su madre y hermana. Solo Beltrán sobrevivió, aunque estuvo hospitalizado tres días por los golpes recibidos. Desde ese día, nos las pasamos en la calle los tres hasta que nos trajeron aquí. Ahora teníamos a otra más en la hermandad y la cuidaremos.