Lautaro. —¡Por Dios! ¿qué tiene?. —esta llorando sin parar hace rato y nada que para, ya es desesperante la situación. —No sé. —Keren también llora mientras la hamaca, me da miedo decir algo porque está tan histerica que cualquier cosa la va a poner peor—. La revisé por todos lados y nada... Si le duele algo no sé que es. —Toma. —le tiendo una manta grande—. Tapala bien y vamos al medico, ya no lo soporto mas. —Si. —la agarro para que ella se ponga una campera—. Ya estoy. —Bien. —camino a la camioneta veo que agarró el bolso de Kalèn y sus papeles que tenemos ya listo por cualquier emergencia—. Prueba otra vez con darle pecho. —prueba y toma un poco pero vuelve a llorar a los gritos—. Mierda ¿qué le pasa?. —Dios mío. —agacha la cabeza sobando su vientre, mueve sus piernitas, toca s