Farsante

Prólogo

¿Quieres escuchar algo gracioso? Bueno, escuchar no, porque en realidad estás leyendo, así que déjame reformular esa pregunta: ¿Quiere leer algo gracioso?

Aquí está:

Tenía una gruesa salchicha de pavo metida dentro de mi pantalón, en la entrepierna para ser exacta, era incómoda, al igual que la venda que apretaba mis pechos hasta hacerme parecer plana, bueno, mis pechos eran tan grandes como unos limones, así que no es como si hiciera tanta diferencia. Fruncí el ceño e intenté poner cara de matón frente al espejo, no tenía maquillaje, mi cabello corto o tal vez un poco largo comparado con otros chicos, intenté imitar el caminar tenso de los hombres frente al espejo balanceando mis hombros como los modelos de Calvin Klein.

Sí, creo que si yo fuera hombre, yo mismo follaría conmigo.

Pero desgraciadamente no lo era, es decir, no es como si tuviera un problema de identidad de género o como si quisiera ser un hombre, de hecho me gustaba ser mujer y era bastante afeminada, sin embargo de ahora en adelante tenía que hacerles creer a todos que yo era un hombre macho-pecho-peludo, preferiblemente, todo un brabucón machista fuckboy rompe corazones, al menos por estos meses.

¿Quieres saber por qué debo hacerlo?

Bienvenido, toma asiento, sé que terminarás odiándome, pero recuerda, tú decidiste escucharme... uh, quise decir leerme, como sea, aquí vamos.