Desde la cama podía ver la luz del sol de la mañana entrar por la ventana de su alcoba, y aunque había escuchado que las personas se acostumbraban con facilidad a los cambios, él no creía que fuera así, al menos hasta el momento, porque cada vez que despertó, una parte de él todavía le recordaba por lo que tuvo que pasar para llegar ahí, a las personas que perdió y los temores que todavía tenía. Pero también, Gian creía que si seguía ahí podría hacerlo, a acostumbrase a despertar en una cama que le recordaba que había sido ultrajado, pero que ahora que el soldado Na no estaba en la casa, podía sentir un poco de tranquilidad, incluso si Geum Hee estaba siempre cerca de él, preguntándole cómo se sentía, ya que su bebé ahora no podía ocultarse detrás de la ropa, y era fácil de darse cuenta d