Este viaje estaba resultando un poco incómodo por la actitud de Adams. No disimulaba en ocultar su mal genio por esta Alfredo estar cerca mío. —¿En qué tanto piensas? —La voz de Leila me saca de mis pensamientos —. Piensas en Adams, ¿Verdad? —¿Cómo lo sabes? —Bueno, la tensión entre ustedes es palpable cada vez que están en el mismo lugar —Sonríe —. Y se ve que se esta muriendo de celos por verte con Alfredo. —Adams es un idiota. —Los Reyes suelen serlo con bastante frecuencia—Acaricia mi mano —. Te he visto mirándolo y tus ojos gritan amor por él. —¿Eso vez? —Si, igualmente lo veo en sus ojos, Adams no suele ser muy abierto en sus asuntos. Es hasta más misterioso que Jared en cuanto a su vida privada, pero se nota a kilómetros que le importas. —¿Jared te ha pasado frente a t