Cuando supe del viaje y que Chiara vendría junto a él amigo de Just no pude aguantar las ganas de venir, aún cuando no me gusta el campo. El viaje estaba siendo toda una maldita tortura para mi y eso que aún no habíamos llegado. Ver a Alfredo muy cerca de Chiara me hacía hervir la sangre y perder todo control. Desde lo sucedido no nos habíamos dirigido la palabra en lo absoluto, bastaba ver las miradas que me daba para saber que no quiere saber nada de mi. Me había comportado como un verdadero niñato con ella y debía solucionar las cosas, ya no soportaba su desprecio. Al llegar a la casa de campo de Just descansamos un poco para luego hacer un recorrido por sus alrededores. En el camino nos encontramos con un señor el cuál resulta ser el padre de Alfredo, este nos presenta a tod