Aura asintió y evitó verlo al morder su labio. —¡Maldición, Aura!, eso queda a más de una hora de aquí, ¿cómo demonios piensas ir y venir cada día? Este auto no te durará ni dos meses con ese ritmo – dijo Cedrick casi horrorizado. —Ah, no exageres, claro que durará — aseguró la joven mientras tomaba la autopista que los sacaría de New York. Cedrick negó en silencio y talló el puente de su nariz “esto es una locura”. —New Jersey tiene incluso su propia universidad… - mencionó el joven. —¿Pretendes que me cambie? – cuestiono Aura molesta. —Pretendo hacerte entender qué tan absurdo es que vivas tan lejos — aclaró — perderás dos horas diarias en solo el traslado, ¿qué harás en tus horas libres? ¿O es que piensas regresar a casa? —¿Quieres dejar de desanimarme? – pid