¿Y si nos casamos?

Solo un beso pero desperté y…

Mientras íbamos en camino hacia fuera de la ciudad, rompí el hielo con Luciano y ese silencio incómodo.

—Arlin— Su novia se ve que lo quiere a pesar de ser tan celosa.

—Luciano— Si, ella me quiere mucho.

—Arlin— Tienen muchos años juntos? Por que tengo entendido que se van a casar.

—Luciano— Si, pronto nos casaremos.

—Arlin— Me alegro por usted, espero que pueda aguantarla el resto de su vida.

—Luciano— Si, lo haré porque el amor lo puede todo.

—Arlin— Está usted muy enamorado.

—Luciano— Y usted también de ese hombre que la llama y que le lleva flores a la oficina y la besa.

—Arlin— Así es, estamos iguales, ambos queremos a esa persona!

—Luciano— Me alegro por usted!

—Arlin— Yo también!

Después de un rato en carretera nos detuvimos a comer algo antes de llegar directo a nuestra cita de trabajo.

—Luciano— La comida de aquí es muy buena.

—Arlin— Si bastante buena!

Después de comer seguimos nuestro camino, llegamos de noche a nuestro destino de entrevista pero a tiempo.

—Arlin— Buenas noches distinguidos señores.

—Inversionista— Buenas noches, pensé que era un poco mayor.

—Arlin— Ya ve que no, le presento a mi mano derecha Luciano.

—Luciano— Mucho gusto señor.

—Inversionista— Igual, tomen asiento!

—Arlin— Seamos directos, estamos aquí por negocios, así que vamos a decirle lo que le ofertaremos.

—Inversionista— Y por que antes no me acepta una copa de vino? Estoy loco con su belleza y juventud m.

—Arlin— Discúlpeme pero lo mejor es que nos concentremos en él a trabajo.

Antes de que el inversionista pudiera decir algo, llegó el inversionista mayor, se presentó antes nosotros y tomó asiento.

—Inversionista Mayor— Me imagino que es su esposo el joven.

—Luciano— Eeee…

—Arlin— Si señor es mi esposo, Luciano!

—Inversionista mayor— Me alegro saber que trabajaré con alguien que sabe el significado de la familia.

—Arlin— Claro, estamos seguro de eso, a parte de ser mi mano derecha es mi esposo.

—Inversionista Mayor— Pues vamos a hablar de negocios, por cierto tienen una habitación asignada en este hotel con todo los gastos pagos.

—Arlin— Ay muchas gracias! Estrenos agradecidos.

Después de firmar contrato, nos llevaron a la habitación matrimonial del hotel, no podía creerlo mentí para obtener el contrato.

—Luciano— Por que dijo que éramos casados?

—Arlin— Ese hombre es muy recto y necesitaba esa reserva, discúlpame por no habértelo avisado.

—Luciano— No pasa nada, si es por el bien de la empresa.

—Arlin— Iré un rato al bar, vienes conmigo?

—Luciano—Si claro, vamos!

Salimos un rato al bar, a despejar la mente, yo bailaba mientras Luciano me veía desde la barra. Al cabo de un gran rato ya estaba que no era yo, con unas pocas copas de vino me emborraché y olvidé que estaba embarazada.

Luciano me sostuvo entre sus brazos y me llevó a la habitación, me entró en la ducha, cuando iba a dejarme sola hale por el brazo y lo metí debajo del agua.

—Arlin— Sabes? te confieso que me siento atraída por ti, no se por que!

—Luciano— Señorita está usted borracha y no sabe lo que dice.

—Arlin— Estoy borracha? Jajaja. Te estoy diciendo la verdad.

De repente sin Luciano esperarlo lo besé, el trato de no besarme pero yo sabía que sentía lo mismo por mi, Luciano se olvidó de que éramos jefe e empleado y me besaba como si no existiera el mañana, él besaba mi cuello mientras el agua corría sobre nuestros cuerpos, de repente él se entró muy dentro de mi, haciéndome gemir de placer. Durante un rato estuvimos en la ducha, después de terminar le dije que estaba mareada y que quería acostarme y así me ayudo secarme e ir a la cama.

Tengo que contarles que nunca estuve borracha, no me juzguen, la verdad no pensé que iba a llegar tan lejos, lo hice solamente por un beso pero no esperaba que llegáramos tan lejos.

A la mañana siguiente llegamos nos despertamos al mismo tiempo y solo nos miramos unos segundos sin decir nada.

—Luciano— Señorita quiero pedirle perdón por lo qué pasó anoche, no quiero que piense que me aproveché de usted y de que estaba tomada.

—Arlin— No te preocupes m, somos adulto y realmente yo tengo la culpa de que haya pasado esto, es que no suelo tomar y cuando lo hago me pongo así.

—Luciano— Eso quiere decir que se ha avistado con muchos hombres.

—Arlin— No he dicho eso, solo dije que cuando tomó a veces me pongo así, pero no se preocupe esto quedará entre nosotros.

—Luciano— No se como viviré con eso, jamás le había sido infiel a mi novia, y no soy hombre de hacer esto.

—Arlin— Entonces por que lo hiciste?

—Luciano— Usted es muy mujer muy hermosa, en esa situación en la que estuvimos en la dicha traté de apartarme peor mientras lo hacía usted me llevaba más hacia su cuerpo pero ya no quiero que hablemos más de ese tema, es mejor olvidarlo.

—Arlin— Así es! Mejor nos vestimos y nos vamos!

Después de salir del hotel, dejé a Luciano en casa para que se tomara medio día. Al llegar a casa le conté a mi tío que había logrado obtener un contrato millonario, me dijo que él siempre ha confiado en mi capacidad.

—Tío Alberto— Por cierto, tenemos que salir unos días fuera del país para cumplir con tu tía mi hermana ya que su esposo acaba de fallecer. He comprado los vuelos, ya el vicepresidente se encargará de la empresa unos días, le dije a una de las empleadas que preparara una maleta para ti.

—Arlin— Que peña, él era tan Bueno con mi tía.

Salimos del país por unos días para cumplir con el dolor familiar.