¡DE VUELTA EN NEW YORK!

3145 Words
Después de a ver comprado el vestido de Litzy, fuimos juntas por un helado y volvimos a casa. Al volver Litzy se fue a su habitación y una de las empleadas me dijo que Dexter está en la piscina y que Asthon está con Sebastián en el estudio. Imaginé lo peor cuando me dijo eso, pensé que Asthon estaba tratando mal a Sebastián e inmediatamente vine a intervenir, pero antes de abrir la puerta escuché la voz de Ashton. —Sebastián la mayoría de tus calificaciones son excelentes, pero en algunas se nota que te costó mucho pasarlas —expresa con un tono tranquilo en su voz, lo cual me sorprende. —Lo siento papá, quería mejorarlas y como sé que eres un genio en matemáticas quise buscar tu ayuda, pero te negaste y solo me dijiste que no tenías tiempo. —Tienes razón, debí ayudarte a mejorar y no lo hice, pero de ahora en adelante te prometo ayudarte en lo que necesites, sé que te gustan los negocios y te voy asesorar para que cuando tu y tus hermanos hereden la empresa y los negocios familiares, ya tengas un gran conocimiento de ello. —¿De verdad papá? —pregunta con incredulidad pero puedo notar la felicidad en el tono de su voz. —Si Sebastián, entendí que e sido muy duro contigo y debo cambiar eso y no te preocupes, también tendré una seria conversación con Dexter por sus calificaciones. —Bueno papá gracias por tu apoyo, jamás pensé que te comportarías así conmigo. —Pues así será de ahora en adelante y como sé que hoy es su baile de fin de curso, deberías ir a preparar tus cosas. —Gracias papá. En ese momento decido entrar antes de que Sebastián salga, al entrar veo a Ashton sentado en la silla de su escritorio y a mi hijo caminando hacia mí o más bien hacia la puerta, con una sonrisa. —¡Hola mi madre hermosa! —expresa Sebastián y al acercase a mi me da un gran beso en la mejilla. Lo miro sorprendida con una sonrisa, —¿Y eso mi amor? ¿Qué pasó? ¿Por qué estás tan felíz? —Bueno mi papá podría contarte, porque yo tengo que ir a preparar mi traje de esta noche —dice con una sonrisa, me da otro beso en la mejilla y sale del estudio. Sonrió al verlo irse hasta que escucho a Asthon hablar. —Imagino que escuchaste la conversación que tuve con tu hijo —expresa con un tono despectivo. Volteo hacia Ashton y lo miro seriamente. Él se levanta rodea el escritorio hasta llegar a la parte delantera de este y se sienta sobre el borde de el, apoyando la palma de sus manos también sobre el mientras una expresión arrogante no se aparta de su rostro. —Acércate —ordena con una voz profunda y calmada. Empuño mi mano izquierda y me acerco a Asthon manteniendo mi frente en alto. En cuando llego hasta él, Asthon me jala hacia él tomándome de la cintura con su mano izquierda. Trato de mantener la calma y cuando su mano pasa lentamente por mi trasero, siento mi piel erizar por completo. —Ya te diste cuenta que traté a Sebastián como si fuera mi hijo, igual que como trato a Dexter y a Litzy, así que espero que sigas cumpliendo con tu parte del trato —expresa mientras besa el escote de mi vestido. Miro hacia otro lado tratando de ignorar lo que siente mi cuerpo y a Asthon, pero de repente él me hace dar media vuelta intercambiado de lugar. Ahora soy yo quien está contra el escritorio y no entiendo como es que Ashton siempre logra acorralarme. Me inclino hacia atrás tratando de alejarme un poco de él, pero Ashton se inclina más hacia mi mientras su mano derecha sube por mi espalda hasta llegar al jalador de la cremallera de mi vestido. —Asthon aquí no —expreso mientras mi cuerpo empieza a temblar al sentir su mano izquierda subiendo por mis muslos debajo de mi vestido. —Me juraste que podría tenerte cuántas veces tú quisieras siempre y cuando yo tratara bien a Sebastián, yo ya empecé a cumplir con el acuerdo, ahora te toca a tí cumplir y quiero hacerte mía aquí y en este preciso momento —expresa con seriedad y una leve pizca de ansiedad en su voz. Antes de que pueda protestar Ashton planta un beso intenso en mis labios, un beso que me deja sin aliento, un beso tan rápido que ni siquiera alcanzo a procesar, pero antes que Asthon baje la cremallera de mi vestido veo a mis tres hijos entrar al estudio. Gritan al unísono al vernos y se cubren los ojos. —¡Ay no mis ojitos! —exclama Litzy. Inmediatamente Asthon se aleja de mi y yo bajo mi vestido rápidamente. —Ya les e dicho mil veces que toquen antes de entrar —dice Ashton mientras pasa su mano por su boca quitando los restos de mi labial que quedaron en sus labios. —Lamento que hayan tenido que ver eso —expreso con mi voz agitada. —¡Yo también lo lamento mamá! —dice Dexter con un tono burlón en su voz. —Bueno por lo menos esto sirvió para que nos diéramos cuenta que las cosas entre ustedes van bien —agrega Sebastián con una expresión algo desconcertada. —No bien, muy bien —replica Litzy e inmediatamente los tres empiezan a reírse y salen del estudio. Pongo mis dedos sobre mi frente mientras muevo mi cabeza de un lado al otro. —Ay no puede ser —susurro lamentándome. De repente escucho una risita y cuando miro a Ashton, él empuña sus labios tratando de contenerse para no reírse. Volteo mis ojos, salgo del estudio y me encuentro con mis hijos en la sala aún riéndose. —A ver jovencitos, ya paren de reírse y mejor díganme ¿A qué iban al estudio todos al mismo tiempo? —Bueno solo íbamos hablar con ustedes para que nos dejen quedar más tiempo en el baile de fin de curso de la escuela —informa Sebastián. —Si pero en vez de un permiso, recibimos unas clases de como nosotros llegamos a este mundo —expresa Dexter y los tres se ríen nuevamente mientras yo siento como mis mejillas se sonrojan. —¡Los tres respétenme soy su madre! —exclamo avergonzada. —Y eres la madre más linda del mundo, pero papá y tú deben aprender a ponerle seguro a las puertas —dice Dexter mientras camina hacia mi para luego abrazarme. Le doy una palmadita en la cabeza y luego lo abrazo. —Bueno ya dejemos ese tema atrás, y con respecto a su permiso de quedarse más un poco más tarde en el baile, lo consultaremos con su padre —informo y detrás de mi escucho a alguien acercándose y en menos de dos segundos veo a Asthon a mi lado. —Bueno yo opino que hay que dárselos, por lo menos dos horas más, así pasarán un poco más de tiempo con sus amigos ¿Te parece bien mi amor? —pregunta mirándome. —Si, dos hora estaría bien —contesté. —Mejor serían tres ¿No? —pregunta Litzy. —No jovencita, además que te aviso que tienes prohibido desaparecer de la vista de tus hermanos —dice Ashton. Litzy frunce el ceño de inmediato, —¡Eso no es justo! Además que eso es muy machista de tu parte papá. —Hermanita no lo veas así, entiende que debemos protegerte —explica Sebastián. —Para eso somos tus hermanos —agrega Dexter. Voltea los ojos, —Esta bien. —Bueno ya solucionado eso y en vista de que estamos todos aquí reunidos aprovecho para darles una noticia muy importante —dice Ashton. Lo miró con desaprobación imaginando a cual noticia se refiere. —¿No crees que deberíamos esperar un poco más para decirles? —pregunto tratando de disimular frente a mis hijos, mi enojo. —No, pienso que esta es la oportunidad perfecta —responde con seriedad. —¿Pasa algo malo papá? —pregunta Sebastián. —No es algo malo del todo, porque a algunos de nosotros no les agradará la idea mientras que a otros seguramente si —expresa con tranquilidad pero con sus ojos fríos mirándome fijamente y desvió mi mirada tratando de que mis hijos no noten las tensión que ahora hay. —Bueno ya díganos qué está pasando —expresa Dexter. —Si porque ya me pusieron nerviosa —agrega Litzy. —Bueno lo que les e tratado de informa es que nos mudaremos a New York en una semana aproximadamente. En cuanto esas palabras salen de la boca de Asthon, Dexter se aleja de mi, litzy se levanta repentinamente de dónde estaba sentada y Sebastián nos mira a Asthon y a mi complemente sorprendido. —¿¡Nos vamos a qué!? —pregunta Litzy. —¿Es una broma verdad? —pregunta Dexter. —No lo es, tengo un grave problema con las bodegas en dónde almacena el licor y debo ir solucionarlo, además de que las cosas en las fábricas y las empresas no están funcionando bien y no puedo arriesgarme a más pérdidas —expresa Asthon. —¿O sea que también estamos en la quiebra? —pregunta Dexter. —No, para nada, pero no podemos arriesgarnos, así que tendremos que mudarnos —explica Ashton. —Esta bien papá, yo te apoyaré en todo lo que necesites —dice Sebastián. —Siempre buscando la aprobación de papá, ¿No hermanito?, ¿Acaso no te cansas de que te rechacen? —pregunta con desdén. —¡Dexter no le hables así a tu hermano! —exclamé con enojo. —Por lo menos yo si trato de ayudar Dexter —expresa Sebastián. —Si, ¿y de que te sirve? Yo no me esfuerzo tanto y claramente soy el favorito de papá —expresa con arrogancia— Tú siempre haces cualquier cosa por complacerlo y él te trata como si ¡no fueras su hijo! Sebastián mira con furia Dexter y le da un puñetazo en la cara. Intento interponerme entre ellos antes de que empiezen a pelear pero Asthon se adelanta y los separa. Las lágrimas empiezan a salir de mis ojos sin previo aviso mientras Litzy se acerca a Dexter y le da un cachetada, me apresuro hacia ella y la agarro de los brazos para que no siga golpeando a Dexter. —¡Suéltame mamá! Dexter no tiene por qué decir esas cosas, ¡Somos hermanos! —exclama. —Ya cálmate Litzy, ¡ya cálmense todos! —exclamé con enojo— Dexter no quiero volver a escuchar que le hablas así a tu hermano. —¡Solo dije la verdad! —replica. Sebastián intenta golpear a Dexter nuevamente y Ashton logra detenerlo. —¡YA CÁLMATE SEBASTIÁN! —grita Ashton. —¿¡Lo vas a defender papá!? Ni siquiera sé porqué me sorprendo si siempre es así —expresa Sebastián mientras empuña sus manos con impotencia. —No te adelantes, está vez no será así, recuerda lo que hablamos en el estudio —dice Ashton y luego mira a Dexter seriedad— Estás castigado y no irás al baile de fin de curso, a ver si así aprendes a pensar antes de hablar. —Pero papá... —Vete a tu habitación, ¡Ahora! —exclama interrumpiendo a Dexter. Dexter se va enojado a su habitación y luego Ashton le pide a Litzy y a Sebastián que nos dejen solos. Antes de que Asthon pueda decir algo, lo miro con furia y me voy rápidamente a nuestro dormitorio. No pasan ni dos minutos cuando Asthon también entra a la habitación. —Si lo defiendo te molesta y si no lo hago también, ¿¡entonces que mierda quieres!? —pregunta con enojo. —¡Quiero que seas padre de los tres! —exclamo con desesperación. —Y eso estoy haciendo, los estoy tratando con igualdad tal y como me lo pediste. —Ahora sí, pero no entiendes que es situación se generó por todo esos años que no lo hiciste, todo esto es ¡tú culpa! Ashton al escucharme se apresura hasta mi y me toma de los brazos con fuerza. —No mi amor, en eso sí te equivocas, porque todo esto pasó, por comportarte como una cualquiera y revolcarte con otro cuando ya estabas comprometida conmigo. Empujó a Asthon zafándome de su agarre y le doy una bofetada. —¿Cómo pretendes que yo te respetará cuándo fuistes un cobarde que ni siquiera dió la cara al pedirme matrimonio? Fuiste tan cobarde que en vez de intentar enamorarme preferiste mil veces ¡comprarme! —expreso con desdén. Asthon me toma nuevamente de los brazos y me mira fijamente con esa frialdad en sus ojos verdes que ahora es tan caracteriza de él. —En algo tienes razón, yo te compré y eso te convierten en mi posesión, eres solamente mía, pero te equivocas en llamarme cobarde, porque aquí la única cobarde eres tú, ya que jamás tuviste la valentía de irte o tan siquiera intentar escapar de mi, preferiste quedarte y ¿Por qué? Porque tú cobardía es más fuerte que el odio y desprecio que tienes hacia mí. Miro a Ashton con repudio y levanto mi mentón mientras lo miro desafiandolo. —Te equivocas, si me quedé, fué por mis hijos, porque sé que aunque me mate trabajando jamás podría darles lo que ellos necesitan y me partiría el corazón verlos pasar hambre y frío. Y métete una cosa en la cabeza, una verdadera madre hace lo que sea por sus hijos y yo por los míos soy capaz de tragarme todo el asco y el odio ¡por tí! —expreso entre dientes con un tono de notable desprecio en mi voz. Ashton me mira con una furia e impotencia desmedida, pero por unos segundos antes de que me suelte puedo notar un destello de dolor y tristeza en su mirada. Algo que se hace fácil ignorar y olvidar. Asthon sale de la habitación dando un portazo y no puedo evitar pensar en lo diferente que sería mi vida si Elian fuera mi esposo. —Seguramente seríamos tan felices —me susurro a mi misma mientras las lágrimas empiezan a recorrer mis mejillas. Horas después la noche llegó y Sebastián y Litzy se fueron al baile de fin de curso, Dexter está en su habitación y decidí subirle algo de comer y así aprovechar para hablar con él. Tocó su puerta, —Mi amor te traje algo de comer, ¿Puedes abrirme? Por varios segundos no escucho nada y de repente la puerta se abre. Entro y veo a Dexter sentándose en su cama con una expresión enojada en su rostro. Pongo la bandeja con comida a un lado en la cama y me siento frente a Dexter. —Cariño no me gusta verte así. —No digas nada mamá, yo sé que te alegra que papá me haya castigado, porque Sebastián siempre a sido tu favorito. —A ver mi amor, yo no tengo favoritismo y lo sabes, y aunque ahora no lo veas, mi amor tienes que reconocer que estuvo muy mal que le hayas dicho esas cosas a tu hermano, esa competencia que tienen entre ustedes ya debe parar —expreso con tranquilidad mientras Dexter mira hacia otro lado. —Mamá por favor déjame solo —dice empuñando sus manos. Doy una largo suspiro, me inclino hacia él y le doy un beso en la frente. —Esta bien mi amor, por favor come y descansa —agrego y me levanto de la cama. Pero antes de tan siquiera dar dos pasos hacia la puerta, Dexter toma mi mano. —Mamá ¿M-me odias por lo que dije? —pregunta con inseguridad. Miro a Dexter y su mirada de preocupación y angustia me conmueve inmediatamente, me hace recordar cuando tan solo era un niño y cada que hacía una travesura llegaba hasta mi con la misma expresión. Sonrió mientras mi ojos se tornan llorosos, me siento nuevamente en la cama y le doy un fuerte abrazo a Dexter. —Yo jamás te voy a odiar, tu eres mi hijo, mi bebé, tu y tus hermanos son la recompensa a todo el dolor por el cual pasé. —¿De que dolor hablas mamá? Me separo de Dexter al darme cuenta que hablé un poco demás y le sonrió forzadamente tratando de disimular. —No me prestes atención a veces digo cosas sin sentido. —lo dices por nuestros abuelos pues nosotros no somos tontos y nos hemos dado cuenta que no te llevas bien con ellos, imagino que ahora que nos mudamos a New York los veremos más seguido. —Bueno tú la relación con tus abuelos siempre ha sido muy difícil, pero esperemos que pueda mejorar ahora que nos mudemos a New York. Desde asiente le doy un último beso y salgo de su habitación. Y bueno en algo si tiene razón mi hijo, porque a pesar de los años la relación con mis padres jamás ha mejorado, jamás pude perdonarles todo lo que hicieron en el pasado y ellos tampoco me han pedido perdón por ello. Ellos siguen siendo los mismos de hace 17 años y hace como 3 años que no los veo. La última vez que vinieron a Los Ángeles fue de entrada por salida, trajeron unos regalos a sus nietos y se fueron. Ni siquiera sabría decir si me hacen falta o no. ———UNA SEMANA DESPUÉS——— Esta semana fue bastante difícil, la sola idea de volver a New York me ponía cada vez más nerviosa. El acuerdo entre Ashton y yo continuó el curso que ya había tomado, cada vez que él así lo a querido he sido suya y realmente no sabría describir qué es lo que siento cuando estoy en sus brazos. Recuerdo perfectamente que le dije que sentía asco pero ¿es esa es la verdad? ¿eso es lo que siento? El avión acaba de aterrizar y cuando pongo el primer pie sobre ese pavimento de la pista de aterrizaje perteneciente a la ciudad de New York, siento como si hubiese regresado en el tiempo, como hace más de 17 años cuando me fui. Pero ahora es diferente, ahora tengo tres hijos a los cuales me debo completamente y quisiera que no se enteraran de mi pasado. Pero por más que lo intento algo dentro de mi me dice que todo va a cambiar de ahora en adelante, siento como si una larga tregua que tenía con el pasado hubiese llegado a su FIN.
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