13 Darius Karin está un poco callada cuando la recojo y conduzco al aeropuerto, como si estuviera tratando de contener la chispa natural que normalmente la hace sonrojarse y ponerse brava en la misma frase. Esa mezcla de seguridad en sí misma, pero genuinamente cálida a la que estoy empezando a pensar que soy adicto, reemplazada por un tipo de tono más formal y recortado. Me pregunto si tiene miedo de volar, si en vez de eso debí manejar hasta Las Vegas. —¿Estás nerviosa?— Digo, mientras el aeropuerto se asoma al final de la autopista. —No. En absoluto—, dice, sonriendo rápidamente antes de mirar hacia el camino. Puedo decir que tiene algo en mente. Algo de lo que no quiere hablar. Me pregunto si es la aprehensión sobre a dónde van las cosas con nosotros, o el simple estrés en el trab