—¡Eso fue ingenioso! Le simpatizaste, estoy seguro—felicitó Samuel. Mi objetivo se retiró a cambiarse luego de que su asistente le trajera un traje nuevo, él se despidió de mí. Así que había pasado la primera fase, acercamiento completado. Lo logré, no podía creerlo. Yo había salido de la piscina y me había secado, mi cabello era un desastre, mi maquillaje por suerte no se regó ya que era a prueba de agua. Samuel intentó arreglarme y lo terminó recogiendo en un bonito moño de bailarina. Tomamos las fotos que eran increíbles, todo había salido bien, a pesar de mi accidente, creo que fue la manera más desastrosa de haberlo conocido, pero también la más “sutil”. Debía llamar a Madame, seguramente estaba ansiosa de saberlo todo. Marque su número y me atendió al cuarto pitido. —Hola querida