UNA NUEVA VIDA PARA LA VENGANZA

NUNCA MÁS

La luz entraba por la ventana, mis ojos se abrieron para observar el hermoso hombre frente a mí, su rostro completamente pacifico

Su cabello rubio revuelto y su piel levemente bronceada por el sol, expuesta ante mis ojos, él era hermoso, el hombre más hermoso que había visto

Pasé mi mano con delicadeza por el rostro de Dristan, lo hice en busca de no, despertarlo, pero la verdad era que me moría por sentirlo aún más cerca

Entonces sus hermosos ojos azules se concretaron los míos, él me sonrió, me tomo de la cintura y me dio un jalón hacia él

Yo no pude evitarlo, solté una pequeña risita, todo mientras le parecía divertido por mi gesto lleno de diversión y sorpresa

―Dristan… te amo…

―Oh… mi amor, tan siquiera si alguien te quisiera, si alguien en este mundo, le interesaras siquiera un poco…

Mis ojos se abrieron en grande, mis lágrimas parecían querer salir de mis ojos, fue entonces cuando Dristan sonrió, se posicionó encima de mí en la cama

Todo mientras yo lo observaba sorprendida, todo mientras yo luchaba por liberarme de su peso, pero él colocó sus manos en mi cuello

Inicio apretarlo, inicio a hacerlo, mientras me sonreía, me observaba con aquellos ojos tan llenos de diversión tan llenos de anhelo por mi muerte

—Mátala mi amor, parece que se niega a morir, es hora de que comprenda que nada le pertenece, que solo tú me perteneces y que su vida, no es más que una basura, así como lo fue su hijo

Mis lágrimas brotaron, lo hacían mientras luchaba por liberarme, luchaba mientras rogaba porque me liberara, luchaba por tener otra oportunidad

Fue entonces, cuando abrir mis ojos, lo hice y de un salto, me levante de la cama, posicione mi mano en mi cuello y observe el lugar

Esta no era mi habitación, este lugar…

Baje mi rostro hacia mi cuerpo, este no era mi cuerpo, mi cabello, corrí hacia el espejo y cuando observe a la hermosa mujer rubia frente a mí

Lo recordé, yo había muerto, y por alguna extraña razón, ahora mismo estaba en el cuerpo de esta mujer

Esto era tan difícil de sobrellevar tan imposible de creer, pero aquí estaba, en el cuerpo de otra mujer, con el hecho de saber que fui asesinada por mi esposo y su amante

Mi cuerpo dolía y mi cabeza, parecía no tranquilizarse del terrible dolor que le acarreaba, fue por esa razón que caí en la cama

Me quedé allí, completamente recostada intentando pensar, intento asimilar esta situación, al parecer me había quedado dolorida luego de hablar con mi supuesto esposo

El diablo, Izan, para ser más precisa, ¿quién diría que yo estaría ahora aliada con él? Recuerdo que cuando era leída, había recibido una llamada de su parte

De hecho, el día que me mataron, ese día, yo me iba a encontrar con él, al parecer él tenía algo que hablar conmigo, ¿de qué se traería?

Posiblemente, me contraía lo que me contó ayer, sin tener idea que yo tomaría esto, como más fuerza para vengarme de ese maldito psicópata

Aunque conociéndome, posiblemente yo no le habría creído, habría defendido a Dristan, habría hecho lo posible, por negarme a creer tal cosa

―Es increíble que aún seguía recostada, ¿tiene idea de lo estresado que ha estado mi señor? Lo mínimo que debería hacer es comportarse como la mujer que se supone que es… aunque no lo es…

La observé sin poder siquiera digerir sus palabras, entonces de la nada, ella soltó una carcajada, lo hizo haciendo que frunciera el ceño

Y la observará aun sin poder comprender que le causaba tanta gracia, cuando ella me acababa de hablar muy mal

―Es broma, es broma… Solo quería ver como reaccionarias si yo te hablaba así, vamos levántate, te ayudaré arreglarte, el señor quiero verte

Seguía en la cama, la observa aun digiriendo todo, aún comprendido todo, ella me recordó a alguien, ella me recordó a mi cuñada

A Siena, ella solía decirme cosas como esas, solía humillarme, burlarse y tratarme como basura, todo con el pretexto de que éramos amigas

Que todo era una broma, que ella solo estaba divirtiéndose, entonces cuando yo solo por intentar llevarme bien ella

Y por hacer que Dristan no se enojara conmigo por ser grosera con su hermana soporte, todo, cada una de las situaciones en las que me colocaba

Incluso llego a robarme mi ropa, mis cosas de valor y llegaba a mostrarlas frente al mío, indicando con descaro que eran suya, que habían sido un regalo

Cuando por fin exploté, recibí una fuerte cachetada de la madre de Dristan, mientras este me observo con molestia, en lo que la risa de Siena

Resonó en el lugar, pues al final de cuenta, yo estaba sola en aquella enorme casa y no era más que una egoísta, una terrible egoísta con las personas que me amaban

Por lo menos, eso fue lo escuché de la madre de Dristan luego de golpearme por hacer el reclamo sobre mis objetos preciados

Aquellos que habían sido heredados por mi madre

― ¿Qué haces aún ahí? Es en serio necesito tener una buena presencia, me colocaron de nuevo a tu cuidado, el señor me indico que esperaba que esta vez no hubiera otro intento de suicidio, es extraño que no hayas muerto, todo estábamos ansioso por que hayas muerto, pero los milagros no se dan… es broma… es broma…

La observé fijamente, pude notar como camina hacia mí, me tomó de la muñeca y con fuerza me apretó jalándome de manera descuidad

Yo aún estaba débil, seguía considerando que no sabía cuándo moriría este cuerpo, cuando yo moriría de nuevo, el hecho de que ella fuese tan descuidada

Con una mujer que acababa de despertar de un coma, que hasta donde tenía tendido había tardado dos meses en despertar era fatal

Yo había caído al suelo, di un pequeño quejido y ella soltó una risita y se colocó las manos en la boca, para ocupar la diversión que le causaba verme en el suelo

― ¿Quién eres?

―Vaya… ¿Es verdad que perdiste la memoria? Creí que era mentira, yo soy tu dama de compañía, nos conocemos de toda la vida, tú haces lo que yo digo, y mis palabras son la ley, digamos que tú eres mi marioneta… es broma…

Se rio, yo no le vi nada de gracioso, ahora lo comprendía, observé la ropa en la cama, aquella que ella había buscado

Pude ver cómo, aunque ser costosa, sería la ropa que se pondría una mujer de la calle, nada que ver con una dama casada, sin contar con el hecho

De que esta mujer, me observaba con un ápice de burla

―No me pondré eso…

― ¿Qué?

―Esa ropa, busca algo más… más de acuerdo con la reunión que tengo con mi esposo…

Ella me observó como si estuviese loco, como si ella no comprendiera del todo de lo que yo hablaba, mientras yo, solo observaba la cama, mientras me levantaba a pesar del dolor

Que recorría por completo mi cuerpo

―Qué gracioso, ¿Qué quieres? ¿Darme más trabajo? Te colocas lo que digo y punto, además, él no te tomara en serio, aunque te vistas como una monja, aceptemos, el señor le gusta cualquier mujer, menos tú… es…

―Broma…

Ella me observó, yo tenía un rostro notablemente disgustado, todo mientras yo tenía expresión llena de molestia

Y de la nada, le mostré una sonrisa, una que solía hacer, viviendo en aquel hogar, en donde siempre fui un invitado, no invitado

Donde fui no más que el saco de boxeo de todo, y solo debía demostrar mi más grande sonrisa, para recibir cada golpe

Pues de quejarme, no sería más que una perra sin vergüenza, una descarada, que no podía ser agradecida con ellos

Pero esta vez no sería de esta manera, esta vez, no estaba dispuesta a dejar que las cosas ocurrieran de nuevo

No estaba dispuesta a permitir que me pisoteen como lo hicieron todos ellos, pues sí quiero algún día lograr acabar con esas basuras

Debo aprender a darme el respeto a mí misma que merezco, fue por ello por lo que sonreí, me acerqué a ella con una sonrisa

Todo mientras ella me observaba expectante, pues, aunque se veía confiada, podía notar un poco de nervios de su parte

―No me gustan tus bromas…

― ¿Qué?

―Tus bromas, tus comentarios llenos de odio y molestia, no me gustan… me hacen sentir… ¿Cómo diría? ¿Fastidio? No… ¿Vergüenza ajena? No, es otra cosa, es otra palabra… ¿Cómo podría decir que se dice? Ya lo sé… me hacen sentir lástima…

― ¿Cómo te atreves?

―Es broma… es broma…

Sonreí hacia ella, esta me miro un poco extrañada, pero inicié a reír, me reí con suavidad, ciertamente todo de este cuerpo era seductor y hermoso

Su risa sonaba preciosa, y no es porque este dentro de ella, es solo que hace poco que me vi en espejo, solo pude ver los detalles de aquella

Cabello rubio, ojos azules, piel muy blanca, y un cuerpo digno de una modelo, sin contar que era alta, no tan alta como si esposo

Pero sin duda eras digna de alagar, pero lo que más, me ha sorprendido fuera de apariencia, es el hecho de que el parecer ella era tratada con la misma dureza que yo lo era

Que a pesar de lo que fuerte que era su familia, ella parecía tan sola, no había encontrado un solo amigo, su mismo esposo me lo dijo

Ella estaba sola, y al parecer personas como ellas, como la mujer que tengo frente a mí, se aprovechaban y descargaban su propia inseguridad hacia esta

―No hagas eso, no me gusta, solo yo puedo decir cosas como esas, no puedes imitarme, después de todo, tú no eres más que una molestia en este lugar y lo serás en todos los lugares donde vayan, no lo olvides, todo te odian, lo hacen porque obligaste al gran señor izan a casarse contigo y por eso no te tiene respeto

― ¿No me digas?

―Así es… eres una basura para todo, todos te odian, tu sola presencia las causa desagrado y a la única que tienes es a mí, y si me haces enojar… si me haces enojar, estoy segura de que lanzarte por el quinto piso, será lo menos que deba preocuparte… es…

Antes de que siquiera pudiese terminar, le había dado un puñetazo en la nariz, ella gritó, cayó al suelo y me observo

Esto que estaba haciendo, las palabras que use ahora y el golpe, solo me recordaba a Siena, solo me recordaba al hecho de que ella no permitía que nadie se burlara de ella

Que ella podía ser incluso problemática, escuchan muchos de los regaños de sus padres, aquellos regaños que parecían ser cargados de molestia

Pero podía notar que estaba orgulloso de la problemática hija que tenía, tal vez, deba iniciar actuar de esta manera cuando sea necesario

Tal vez de no olvidarme de la buena persona que soy, si quiero acabar con personas como estas, parecer que debo convertirme en una de ellas

― ¿Cómo es que te atreves maldita loca? Debiste haberte muerto No sabes lo feliz que estaba por el hecho de que tú… ah… suéltame… suéltame…

La había tomado del cabello, lo hice con fuerza. Me dolían las manos al hacer aquel movimiento, pero no me importo

Incluso podría jurar que sentía cierta satisfacción por el hecho de haber actuado de aquella manera

―Suéltame…

― ¿Por qué? ¿No es una broma? Parece que te gusta hacer bromas, las mías son más físicas…

Sonreí, fue entonces cuando ella notó algo en mí, algo que parecía ser, no se había dado cuenta antes, algo que ninguna aquí había percibido

― ¿Quién eres? Tú no eres Némesis, no lo eres…

Ella parecía entrada, no negaré que por un segundo llegue a congelarme, a darme un escalofrío, pero ¿quién le creería? ¿quién escucharía que yo no era a mujer que digo ser?

Nadie le creería, fue por esa razón que me arrodille frente a ella, le sonreí con picardía y le dije lo primero que se me ocurrió

¿Quién diría que sonaría tan genial?

―Soy la muerte, y voy a llevarte conmigo…

―No… no me hagas daño…

Reí un poco divertida, ella de verdad era patética, ¿así eran todo este tipo de personas? Aquellas que se aprovechan de los demás

eran tan seguros, miedosos y cobardes, sentí un poco de lástima por ella, pero lo que acababa de decir, me hacía preguntarme muchas cosas

―Tú me convenciste de saltar por el quinto piso ¿no es así?

―Tú elegiste sola, tú… no fue mi culpa, yo solo sugerir eso, yo solo…

Mis ojos se llenaron de lágrimas, maldita mujer, aunque este en este cuerpo, aunque agradezca esta oportunidad, pienso en la chica dueña de este cuerpo

Aquella que solo se lanzó a morir, por comentarios como los de esta mujer, ¿Cuánto tuvo que resistirlo? ¿Cuánto llego a escuchar?

Quería matarla, quería hacer tanto

―No te va a alcanzar la vida para pagarme esto ¿te quedo claro?

―No me hagas daño, no me hagas daño…

―Eres una basura, decidiré que haré contigo más adelante, llama a otro sirviente y advertirte que, si quieren meterse conmigo, les irá peor de lo que te fue a ti…