Al caer la noche, supongo ya todos duermen, me ando por entre las sombras, con cuidado, tomó a garras y lo llevo a mi lado, temo dejarlo aquí, que algún ladrido despierte a algún m*****o de la familia y me descubran, camino lento, y llegó a la parte de atrás de la casa, de pronto escucho a garras gruñir, veo que alguien se acerca, pienso que es Jamie, y así es, abrazo a garras y le digo que todo está bien. - Hola, ven, vamos. - Sí. Vamos caminando aproximadamente 10 minutos, y entonces veo dos caballos, él me pregunta si sé montar, y le digo que sí, es algo que me gusta hacer desde pequeña, y que aún cuando llevo tiempo sin hacer no he olvidado. -Vamos entonces, debemos darnos prisa antes que nos escuché alguien, tome mis precauciones, pero aún así no hay que tocar a la suerte, les dej