Despierto y estoy en mi habitación, sola, recuerdo lo que sucedió, me levanto un poco mareada, y voy hacia su cuarto, pero ella no está, mi nana, mi querida Gertrude se ha ido, caigo de rodillas y lloro al pie de su cama, no sé que voy a hacer, que pasará ahora, yo no tengo la fuerza para seguir sin ella, voy a la habitación de mi tía. Tocó a su puerta, y ella me da el paso. -Podrías decirme a donde se la llevaron. -Oh sí, no quería que te preocuparas, ella fue enterrada hace un rato. Y entonces me deja asombrada, no puedo creer sus palabras. - Pero eso... por que hiciste eso, yo tenía que llevarla a su última morada, por que hiciste eso. -Eres una malagradecida, te he evitado ese sufrimiento y así me lo pagas, acabas de perder a esa sirvienta, así que lo dejaré pasar, pero quiero qu