Marcella viene a mi hogar, ella desea verme, pero yo no puedo ver a nadie, no quiero salir de la cama, pero aun así mi nana la deja pasar, al llegar a mi habitación, ella no me dice nada, sólo se recuesta a mi lado, y me abraza, cada vez que me muestran este tipo de consuelo no puedo evitar llorar, sufro por saber que me he quedado sola, quien va a cuidar de mí, quien va a venir a darme las buenas noches, mis padres siempre se daban tiempo de estar conmigo, eran los mejores, los más cariñosos, no sé por que pasan estas cosas a buenas personas, ahí por ahí, bandidos, asesinos, malas personas, y siguen ahí haciendo daño, pero mis padres, ellos ayudaban a muchas personas, haciendo caridades.
Siempre fueron un gran ejemplo para mí, los extraño tanto, jamás pensé ni mínimamente que ellos pudieran terminar de esa manera, pienso que debí haber insistido más, que me llevarán, así compartiríamos el mismo destino, pero no, fui débil, por ser enfermiza me dejaron aquí, y ahora estoy sola, y muriendo de dolor, por saber que no volverá el tiempo, ellos se han ido.
Marcella se la pasa todo el día a mi lado, ella intenta que coma algo, pero mi estómago se niega a hacerlo, no d***o nada más que morir con ellos.
Ese día es tan obscuro como ayer, siento que no llega luz a mi habitación de ninguna forma, la lluvia hace que todo sea peor, me informan que los cuerpos de mis padres llegan mañana, siento que un escalofrío me recorre por todo el cuerpo, me quedo sola en mi habitación, en la oscuridad de la noche intento dormir, pero sin ningún resultado, ya muy entrada la noche el sueño me envuelve, y me quedo dormida, no es hasta que mi nana me despierta, ella me ayuda a vestirme, veo que es ropa negra, al verla sé que ellos ya están aquí, tengo miedo, no podría verlos en esa manera, mi nana me dice que no será necesario verlos, quizá noto mi miedo, y tristeza, ella me dice que es mejor recordarlos como ellos eran, no quedarme con la imagen de ellos inertes, eso habrían querido ellos.
Yo la veo y le pregunto algo que ronda por mi cabeza.
- Nana, puedo hacerte una pregunta.
- Si mi pequeña, dime.
- Que pasará conmigo?
Ella me ve extrañada por mi pregunta.
- Pero por que lo preguntas.
- Es que quiero saber, ahora que mis padres murieron, quien se hará cargo de mí, no quiero que mi abuela venga, ella no es amable conmigo, y mucho menos mi tía y sus hijas.
Ella me sonríe y lo que me dice Me da un pequeño alivio entre este mar de agonía.
- Yo mi niña, yo cuidaré de ti hasta que seas mayor, y puedas hacerte cargo de tus obligaciones, hace algunos años, tu madre enferma muy gravemente, después de tenerte su cuerpo se debilitó, y todos pensamos lo peor, en ese momento ella hizo legal que al morir ella, o ambos padres, la responsable de ti hasta tu edad adulta, sería yo, te enseñaría como llevar a cabo el trabajo que conlleva el Ducado, obligaciones, en fin, todo lo que debes aprender.
Tu madre me preparo por años, pues si un día ella faltaba, tú serías aún así educada, así que no tienes nada de que preocuparte, tu madre siempre pensó en ti, en que si ellos no estaban confiaban en que yo sería tu soporte, y así será, no temas todo estará bien, sé que ahora duele, sé que tú sufres, un padre, una madre, son siempre el mayor consuelo que tenemos, perderlos es lo más duro por lo que alguien puede pasar, y más aún cuando se es joven como tú ahora, pero créeme cuando te digo que todo pasará, siempre va a doler, siempre vas a extrañarlos, pero siempre estarán a tu lado Grace, siempre tendrás a tus padres contigo, están en ti, en tu sangre, en lo que te enseñaron en la vida, en cada caricia y beso que te dieron, lloraras quizá mucho, quizá poco, pero algún día tendrás la fortaleza para recordar sin que el llanto se asome.
Yo la abrazo, ella siempre ha sido amorosa conmigo, cuido de mí desde que tengo memoria, y por lo menos hoy tengo un peso menos encima, tenía miedo que mi tía se quisiera mudar aquí, que mi abuela intentará llevarme lejos, tenía mucho miedo de no saber el futuro.
Terminó de vestirme, me veo y es tan triste está estampa, mis ropas reflejan lo que ahora siente mi corazón, estoy en un pozo obscuro, siento que no hay salida, temo ir abajo, ver sus ataúdes, siento que mis piernas no me obedecen, y mi nana me abraza fuertemente, me mira a los ojos, pues es hora de bajar, me comenta que ya hay muchas personas abajo, esperando para mostrar condolencias, yo no sé que debo hacer, le pregunto que se supone que diga, ella me acaricia el rostro y me explica que no se espera que diga nada, sólo se escucha a las personas, y se acepta lo que te dicen, entonces aceptó lo que ella me dice.
Bajamos, yo casi colgada de ella, me guía, pues mis pies parecen dudar si caminar, si seguir, llegó a la escalinata, y veo que el lugar está lleno de personas, pero de pronto todo desaparece, todo excepto esas dos cajas de madera fina, tallada, esas dos cajas donde reposan ahora mis padres, me abrazo a ella, y mis lágrimas corren, es un momento muy duro, siento que alguien se acerca a mí, Marcella me ayuda, ambas me socorren para bajar, llegó a donde están las cajas, y abrazo una, la que tiene la foto de mi madre, lloro amargamente, poco me importa que me vean estas personas, y después a mi padre,
No quiero alejarme de aquí, me pregunta uno de los hombres que están aquí, que no me había dado fue ya y es el Rey, el padre de Sebastián, que si d***o verles, yo sólo digo con la cabeza que no.
El se acerca a mi, y me abraza.
Veo a mi alrededor y las personas lloran, quizá por El momento, quizá por verme llorar, o sienten lástima por una huérfana, el me guia a una sofa, que está en la gran sala, al sentarme Marcella se sienta a mi lado, y las personas comienzan a presentar sus respetos, me dan el pésame, muchos me dicen que todo estará bien, ofrecen estar al pendiente, en fin, yo sólo agradezco, pero no puedo dejar de ver hacia donde se encuentran mis padres, siento que en cualquier momento la caja se abrirá, y ellos saldrán de ahí.
Después de un rato me informan que partiremos al cementerio, para darle el último adiós a mis padres, estoy destrozada, veo muchas personas, pero al mismo tiempo no veo a nadie, nada me importa, lo único que d***o es despertar de esta terrible pesadilla, es tan difícil ser yo en este momento, al llegar veo que ya está abierta la cripta de la familia, quiero acompañarlos dentro, pero mi nana no me lo permite, me dice que no debo entrar ahí, que ya todo pasará, me abrazo a ella, y lloro, amargamente, ahora mismo no sé que pasará conmigo, vivir una vida sin ellos, es terrible.
Al regresar a la Mansión veo un carruaje frente a las puertas de la entrada, subo la escalinata y al llegar veo de quien se trata, en mi tía Constance y mis primas Helen y Anne, las tres al verme parecen sonreír, y yo no le doy importancia, sólo quiero ir a mi habitación.
- Deja de llorar Grace, eso no regresará a tus padres, lo ves debiste ser muy mala para que el cielo te castigará de esta manera, mira que quedarte huérfana.
Yo no puedo creer que ella me diga eso, es tan cruel, mi nana me abraza, y acaricia mi rostro.
- Señora Constance, creo que eso que dice es muy cruel, no debería tener tan poco tacto con la señorita Grace.
- Tú no tienes derecho a decirme a mí lo que debo o no hacer con mi sobrina, ella ahora es mi responsabilidad, soy su único familiar vivo cercano así que yo me encargaré de todo ahora en la mansión. Mis hijas y yo nos mudaremos hoy mismo, ya nuestras cosas se están empacando, no tiene caso seguir en esa casucha si la mansión tiene espacio de sobra ahora que mi hermana y su esposo han muerto.
Acabo de llegar a mis padres al cementerio, y ella ya quiere mudarse aquí, ahora comprendo por qué mi madre no la quería cerca de mí, ella sabía el tipo de persona que era su hermana, yo tiemblo, no quiero que ellas vivan conmigo, mucho menos que ella sea responsable de mí, tengo miedo, ahora no sólo estoy triste, sino aterrada, mi nana me abraza a ella, y me dice que todo estará bien.
- Lamento diferir Condesa, pero mi señora, la Duquesa Garrett, me dejó a cargo de la señorita Grace, soy su encargada, ella seguirá con sus clases, yo fui enseñada por la misma Duquesa a llevar la mansión, pagos, compras, el encargado de los asuntos de la familia Garrett, tiene el papeleo, ahí dice que la última voluntad de los Duques es que Grace sea quien lleve el Ducado al ser la única hija del matrimonio, y yo seré su albacea hasta que ella cumpla sus 18 años.