Un contrato comprometedor: No te amo pero te Necesito.

Ciara Bon

-—¿Madre que has hecho?— Pregunté con gran sorpresa y asombro.

—Tu hermano está muy enfermo y necesitamos dinero, así qué tendrás que ser de su propiedad privada— Respondió mi madre sin ningún tipo expresión en su rostro, era como si no le importara nada más que la vida de mi hermano a quien por cierto amo con todo mi corazón.

Cuatro meses antes.

Mi nombre es Ciara Bon, trabajo para unas de las cadenas hoteleras Colins, tuve que dejar mis estudios universitarios de Administración de Empresas porque mi hermano enfermó y necesitamos dinero.

Estoy comprometida con Roberts Colins, primo del gran dueño de la cadena hotelera más grande, soy solo una camarera de uno de esos hoteles.

Mi compromiso con Roberts aún es secreto, solo mi madre allí sabe y las personas a las que el le haya dicho.

Hoy es lunes, un día normal pero cargado de trabajo… Me encuentro limpiando una de las habitaciones asignadas a mi cargo, se repente la puerta de la habitación se abre, me quedo a la espera para ver quien es! Hasta que reconozco la voz.

—¡Buenos días Ciara!— Dijo Roberts mientras caminaba hacia mi.

—¡Buenos días Roberts! ¿Qué haces aquí?— Pregunté muy sorprendida al verlo.

—Quise venir a ver cómo había amanecido la cosita más linda de este hotel— Dijo Roberts mientras le daba un beso a mis labios.

—Muchas gracias por venir pero sabes que no me gusta que vengas mientras estoy trabajando— Le respondí mientras lo alejaba y continuaba recogiendo la habitación.

—Ya lo sé pero no me aguanté las ganas de venir a verte y darte un beso— Respondió Roberts mientras me rodeaba por detrás con sus brazos.

—Ya me viste, ahora por favor vete… Seguro tienes también mucho trabajo— Le dije mientras quitaba sus brazos de mi cintura.

—A parte de venir a verte, vine a avisarte personalmente que tendremos una reunión con mi primo, así que te veo en la sala de reuniones— Dijo Roberts mientras me dejaba un beso en la mejilla y se iba.

‘El jefe’, una reunión con ese hombre atractivo pero con un genio de los mil demonios, ¡Ufff!

Unos dos minutos después bajé a la sala de reunión.

Todos esperábamos que el gran Mark Colins entrara por esa puerta.

—¡Buenos días!— Escuchamos decir mientras se abría la puerta.

—¡Buenos días!— Respondimos todos a coro.

—Como cada inicio de mes, nos reunimos todos aquí para decir quién es el mejor empleado— Dijo el gran jefe mientras caminaba pocos pasos mientras se apoyaban con su bastón.

—¡Un aplauso al señor Colins!— Dijo Roberts mientras aplaudía.

—¡Gracias! la empleada del mes es la señorita Ciara Bon— Dijo mientras ponía una foto en el marco de empleado del mes.

—¡Muchas gracias!— Dije mientas todos aplaudían.

—Ahora vuelvan todos a su trabajo, excepto la señoría Bon, venga conmigo ahora a mi oficina— Concluyó la reunión al decir esto y marcharse.

Todos los empleados salieron, antes de que yo pudiera hacerlo Roberts me haló por un brazo.

—No olvides decirme todo lo que te diga— Dijo Roberts con mucha intriga por saber qué quería el jefe.

—Roberts sabes que no te diré nada, no pierdas tu tiempo… tengo una relación contigo que es totalmente diferente al trabajo— Le respondí para dejarles bien claras las cosas.

—A veces pienso que aún te mueres por mi primo— Dijo el en un tono muy extraño.

—Roberts jamás me fijaría en él porque te te quiero… Tú decidiste embarcarte en esto aventura conmigo a pesar de mi estatus social, cosa que tu primo jamás haría. Además se que con tu primo no hay ningún tipo de oportunidad y entiendo que jamás pasará nada! Roberts tenemos a penas un año saliendo, hace dos meses nos comprometimos y tú ya me estás celando?— Le pregunté muy disgustada.

—Discúlpame Ciara, no quiero hacerte enojar… Soy un idiota— Me respondió Roberts mientras pasaba su mano por su frente.

Después de esa corta retención fui a la oficina del ‘Jefe’.

—Señor disculpe la tardanza— Le dije mientras me paraba frente a su escritorio.

—No pasa nada señorita, solo quería felicitarla por su gran labor en este hotel, por ser la empleada del mes le hago entrega de este cheque— Dijo Mark mientras se ponía de pies.

—Muchas gracias señor, es un honor trabajar para su empresa— Le respondí mientras tomaba el cheque.

—Espero que le sea útil y felicidades nuevamente— Me respondió el sin ningún tipo expresión en su rostro.

—Muchas gracias señor, seguro que lo será. Si no necesita nada más me retiro señor— Le dije con muchos nervios y vergüenza.

—Vaya a trabajar señorita, que tenga feliz día— Me respondió Mark siempre con seriedad.

Salí de la oficina de Mark y regresé a trabajar a la habitación que aún no había terminado.

—Ciara dime que quería mi primo?— Preguntó Roberts tan pronto entró a la habitación.

—Roberts no era nada, me dio un cheque que ni siquiera aún he visto— Le respondí mientras doblaba las sábanas.

—Un cheque? Solo mencionó eso?— Preguntó Roberts con mucha curiosidad.

—No entiendo que buscas? Podrías decirme por favor para así entenderte?— Pregunté con bastante curiosidad.

—No es nada amor, es que mi primo siempre busca la forma de hacerse el bueno cuando no lo es— respondió Roberts.

—Roberts nunca he visto a tu primo como dices, bueno él es muy serio, no se ríe pero siempre lo he visto bastante justo con todo el mundo— Le respondí mientras salía de la habitación.

—No sabes lo que dices porque no lo conoces pero yo sí y cuando estemos casados te darás cuenta de que tengo razón— Respondió Roberts un poco molesto antes de irse.

Después de cumplir con mi horario de trabajo ya era hora de irme, como Roberts saldría más tarde me fui directo a casa en el bus de la empresa.

—!Buenas noches mamá!— Dije mientras me quitaba la chaqueta.

—!Buenas noches Ciara!— Me respondió mi madre sin ningún tipo de cariño hacia mi.

—¿Cómo ha estado hoy mi hermano?— Pregunté preocupada por su salud.

—Hoy no se ha sentido bien, lo llevé al hospital pero no le dieron la atención que ameritaba, esos doctores son unos malditos— Dijo mi madre muy enojada.

—¡Mamá seguro que estás exagerando!— Le respondí mientras le ponía mi mano en su hombro.

—¿Crees que exageró? La salud de tu hermano no es importante para ti verdad?— Dijo mi madre seguido de una cachetada.

—Mamá ¿por qué me pegas?— Le pregunté con lágrimas en los ojos.

—¡Te mereces eso y más! Cómo es posible que me digas exagerada con la salud de tu hermano, desearía que fueras tú la que estuvieras en esa cama y no el— Dijo mi madre sin tentarse el corazón al decirme esas horribles palabras.

—Mamá ¿Cómo puedes decirme eso? Por que me odias? ¿Qué te pude haber hecho yo?— Le pregunté con un gran dolor en el corazón, sus palabras eran más hirientes que la misma cachetada que me soltó.

—No quiero hablar contigo Ciara, vete a tu habitación… Y si quieres cenar prepáratela tu misma— Dijo mi madre mientras se iba por el pequeño pasillo hasta llegar a la habitación de mi hermano.

Las palabras de mi madre sí que me dolieron, ella ama tanto a mi hermano que desea con todo su corazón que mejor fuera yo la que estuviera postrada en una cama.

En la mansión de Mark Colins.

—-Primo quería pedirte un préstamo hasta la próxima quincena, necesito hacer algunas cosas— Le dijo Roberts mientras cenaban.

Mark se quedó muy pensativo antes de responderle.