Mónica no puede evitar preguntarse sí lo que dijo Lorenzo es verdad y los hombres necesitan de eso tal como él se lo manifestó sin cuidado alguno y más de la manera en que le dijo Lorenzo tantas y tantas veces, una solitaria lágrima recorre su mejilla e intenta limpiarla con disimulo, sí Carlos estuviera deseando tener sexo, ella traga saliva sintiendo que vuelve a estar sin un norte definido, no sabe si podría dárselo y menos si podría complacerlo como imagina que Maria Ines lo hacía y más si hay una mujer como Denise que es más que evidente que si sabe hacerlo rondándolo como abeja al panal, él es un hombre atractivo y es más que evidente que atrae a todo tipo de mujeres lo cual de cierta forma representa un problema pues con su inseguridad es un milagro que aún estén juntos, experimenta