Escuchaba la voz de mi madre tocando la puerta y a su vez escuchaba a Fanny entreteniendo a mi madre. Me levante de golpe y le cubrí a la boca a Victoria arrastrándola hasta el armario y luego cerrándolo para luego abrir la puerta.
- ¿Qué pasa?
- Esta tarde hay una conferencia me gustaría que estuvieras allí.
- Este bien, te veré allá.
Ella se dio media vuelta y se fue. Fanny se acerca y entra a la habitación.
- ¿Donde esta?
- En el armario.
- Bien, tu padre se fue temprano y tu madre esta desayunando. Les subiré el desayuno cuando se vaya tu madre.
Fanny salió de la habitación y cerró la puerta. Camine hasta el armario y abrí las puertas. Para ver a Victoria sentada en uno de los sillones del armario.
- Tu armario es casi del tamaño de mi habitación.- Dijo saliendo de allí y tomando asiento en mi cama.
- ¿Que te paso anoche?
- Quise beber un poco y me pase de la cuenta...
- ¿Por qué bebías?
- No lo sé. Solo quería hacerlo.
- ¿Estas bien?
- Si, gracias por buscarme anoche.
- No hay problema. Creo que deberías llamar a tu madre, debe estar preocupada.
- Sí. ¿Me presta tu celular?
- Si claro.- dije dándoselo.
Salí al balcón de mi cuarto y tome asiento en un sillón que estaba allí para darle privacidad. Estaba rara, es decir ella suele ser más alegre.
Luego de un rato entre a la habitación, y ella simplemente estaba sentada mirando a la pared.
- ¿Puedo pedirte un favor?
- Si, dime
- ¿Me dejarías pasar el día aquí?
- Sí. No hay problema.
- Gracias.- Dijo arreglándose el cabello y colocándose una cola de caballo
- ¿Quieres contarme exactamente qué pasa?
Ella me miro y simplemente se dejó caer en el suelo y comenzó a llorar, no sabía qué hacer, es decir nadie había llorado enfrente de mi o por lo menos no tan cerca. Me acerque a ella y la abracé.
- Hey. Victoria, todo estará bien.
Ella me abrazo devuelta
- Ayer era el cumpleaños de mi padre, murió hace unos años.
- Lo siento mucho...
- Gracias...
- ¿Por qué?
- Por estar aquí...
- No me agradezcas, quiero que estés bien. Eso es todo.
Ella se separó de mí y se sentó de nuevo en la cama, se secó las lágrimas y luego de un rato estaba mejor, ahora ella estaba mirándome. Yo me levante del suelo y ella aun sin dejar de mirarme. En ese instante Fanny había llegado con el desayuno, y lo dejo en una mesa de la habitación para luego salir.
- ¿Muchas chicas han dormido aquí?
Me impresiono su pregunta, al grado que quede en silencio por un pequeño lapso de tiempo.
- No dejo que duerma en mi cama. No me gusta dormir acompañada y no me gusta que invadan mi privacidad.
- Pero dormiste conmigo.
- ¿Y?
- ¿No te que incomodara dormir conmigo?- Dijo levantando una ceja y sonriendo de una manera sarcástica
Su intención era que me sonrojara. Que ilusa, no lo iba a lograr, me gusta su juego.
Me acerque hasta ella apoyando mis manos en la cama haciendo que ella se inclinara hacia atrás.
- ¿Que.... Haces?
- Tu para mi eres una sexy excepción, con la cual no me molesta dormir.-Dije sonriendo
Me aleje y me senté en el sofá de enfrente a la cama mirándola, ella sabía que había ganado yo esta ronda. Al poco tiempo ella sonrió. Y se levantó y camino hacia mi sentándose en mi mirándome de frente.
- Kate... Kate... Yo suelo ganar estos juegos.- Dijo sonriendo.
- ¿Cual juego según tú?
- De ver quien cae primero en los pies de la otra.
- Pues Victoria, te informó que soy experta en ese juego.
- Si juegas con fuego te quemas.
- Esta bien quemarse, algunas veces.
Ella sonrió, pero debía admitir que la chica era jodidamente sexy. Si hacia lo que tenía en mente era simplemente darle comienzo a un juego. Sonreír, me acerque y la bese, ella me correspondió y luego nos separamos.
- Quien se enamore pierde Victoria.- Dije sonriendo.
- Que comience el juego Kate.- Dijo mordiendo mi labio.
Se separó de mi sólo un poco.
- Bienvenida a mi mundo... Dije Besándola.