MOSCÚ, RUSIA
TREINTA AÑOS ANTES.
Un niño salió corriendo despavorido mientras su madre lo seguía detrás rezando a Alá para que no se cayera. Tropezó un poco al llegar a la escalera pero se reincorporó limpiando el polvo de sus manos y recuperando el equilibrio. Sacudió sus pequeñas manos y sonrió al ver que su madre le seguía con rapidez. Eran los meses de primavera, así que los jardines estaban llenos de hermosas flores y el ruido era todo felicidad. Los empleados sonrieron al ver como una estela pequeña con una mata de cabello rubio pasaba a su lado con rapidez.
Mientras utilizaba sus crayolas para pintar, escuchó el sonido de las camionetas y supo que su padre estaba llegando. Dejó todo lo que tenía, inclusive no se puso sus zapatos y corrió descalzo para ser el primero en saludarl
