Valery observó a una mujer con un sedoso y suave cabello n***o azabache. Su melena era tan larga que él estaba seguro de que nunca se lo cortó en su vida, salvo para despuntarlo. Sus largos tacones de aguja caminaron hacia él mientras lo analizaba con detenimiento.
El ruso se puso de pie ocultando la sorpresa que le causó ver de dónde provenía la belleza de la mujer que llevaba dos días robándole todos sus sueños lascivos. Fiorella Rinaldi seguía siendo la diosa que seducía a hombres de todo el mundo cuando bailaba detrás del domo. Para nadie era un secreto que la actual Regina de Palermo había sido bailarina exótica antes de ser otorgada, como regalo de cumpleaños, al hombre más poderoso de Sicilia.
Fiore recorrió con una mirada triste al ruso, recordando la forma en como Oksana Kadyr
