No sabía cuál iba a ser mi destino final, solo supe que había logrado salir de uno de los infiernos que me perseguían; al menos no estaría en manos de esos desgraciados, ni prestando mi cuerpo, ni nada referente a que siguiera lastimando mi integridad personal. Hacía frío, se había vuelto de noche y me acompañaba la luna llena con unas hermosas y brillantes estrellas mientras acampaba en un bosque porque realmente no tenía ni idea en donde me encontraba, ni siquiera sabía si estaba en una ciudad específica solo que me encontraba en México. Decidí hacer una mini fogata con piedras y palos formando fuego para intentar calentarme, además que me ardía mi brazo debido al impacto donde tuve que quitarme la minifalda para rasgarla e interrumpir el sangrado quedando totalmente en ropa interior.