Llegamos al aeropuerto de Puerto Rico, un nuevo país para conocer había venido aquí solo una vez como mula, pero de pasada; esta vez sí iba a poder conocer el país realmente. Cogimos el taxi y le pedimos el favor que nos dirigiera al hotel Villa Salgado ya que Jaime había reservado allí siendo uno de los hoteles con mayor categoría. Me sentía importante, estaba iniciando a explorar las bellezas del dinero, pero no podía dejarme deslumbrar por eso si no; no podría lograr mi objetivo final. Cuando llegamos nos registramos pidiendo una habitación VIP; debido a que sería una sola noche la que estaríamos allí. Al entrar al cuarto me di cuenta de la hermosura del lugar, tenía una bella vista a la piscina donde veía gente diminuta disfrutando dentro de ella, otra bronceándose, otra tomando a