POV’S ANDRES
Me sentía fastidiado al saber que había sido despedido nuevamente; solo por mis antecedentes judiciales todo por culpa de una niña que había violado hace muchos años; ¡era una niña! no importaba realmente, era algo insignificante que el destino quiso que volviera a entrar en mi vida porque la había visto hace unos días en el parque cuando estaba trabajando; ahora vuelvo y la veo mientras vomita en una silla. Me dio tanta ternura verla después de tantos años, con su abundante cabello rojizo, ondulado, su hermosa tez blanca y su cuerpo totalmente más desarrollado.
Así que, decidí acercarme a ella aprovechando que tenía guardado alcohol y mi m*******a guardada en la maleta; los coloque en un pañuelo y lo acerque a su nariz logrando que inhalara para poder llevarla. Se quedó dormida entre mis brazos, la colgué como un bulto en mis hombros abandonando su bolso en el parque. Nos dirigimos a mi pequeño pero humilde hogar debido a que no tenía para nada más bueno; la acomode en la cama para irme a la cocina a tomarme una cerveza; dos o hasta tres recordando todos los errores que había cometido de joven; los cuales no me había arrepentido.
Decidí dirigirme hacia la habitación observando que tenía unos glúteos y unos senos voluptuosos en medio de su ropa; así que decidí deshacerme de su blusa y sus pantalones dejándola en ropa interior color n***o de encaje; saboreándome la boca mientras la tocaba lentamente con mis manos. Se veía tan tierna, inocente como cuando era pequeña; así que decidió colocar unas esposas en el borde de la cama con su mano izquierda. Me coloque encima de ella, dándole un beso en la boca a pesar de que no reaccionaba me imaginaba como si fuera un deseo mutuo, que estuviéramos juntos los dos.
Después, inicié a besarle su cuello pasando mis manos lentamente por sus hombros hasta llegar al abdomen para después subir nuevamente a sus pechos y agarrarlos con fuerza; quitando el brasier para morderlos con mi boca; ella se encontraba inconsciente, pero me di cuenta que estaba reaccionando cuando inició a decir el nombre de Tomas. ¿quién carajos era ese hombre? realmente no me importaba, solo deseaba satisfacer mis deseos más íntimos. Le quité las bragas dejándola totalmente desnuda para mí; mientras cogía mi celular para tomarle unas fotos tapando su cara iba a ser un lindo recuerdo, lo deje tirado a un lado e inicie a besarla nuevamente, mientras decía ese horrible nombre, pero si así era más fácil que cediera no me interesaba.
Me quite mi pantalón, mi camisa y mi bóxer acercándome nuevamente a ella, para colocar mi bulto sobre su v****a entrando con brusquedad mientras susurraba un grito de dolor; cada vez fue más fuerte solo interesándome mi propia satisfacción sintiendo que volvía a experimentar la adrenalina de estar con una niña de 8 años solo que ahora era una mujer joven, hermosa y mayor de edad. Después de eso, decidí volver a colocarle su ropa interior dejándola encadenada de la mano, donde se quejaba para irme a terminar el rato en una discoteca.
POV’S LUCERO
No entendía dónde estaba y cada vez me daba más miedo; aunque odiara a mi mamá prefería estar con ella antes que en esta situación y peor cuando vi quien estaba entrando, Andrés mi antiguo niñero con una sonrisa de oreja a oreja sospechando lo peor dentro de mí; estaba casi segura que si había logrado su cometido donde decidió retener las lágrimas que se estaban formando en mis ojos, porque no le iba a demostrar debilidad.
— ¿Qué hago acá? ¿Qué quieres? — Pregunte llegando al grano, no quería cuestiones ni lamentaciones ni mucho menos que me hiciera sentir como una víctima, una burla ya había sido suficiente con mi supuesto novio; odiaba definitivamente a los hombres.
— Acompañándome como cuando eras pequeña ¿no te acuerdas? — Manifestó sentándose en el borde inferior de la cama donde intente patearlo, pero solo logre que me doliera la mano por la esposa — Fue una noche espectacular entre ambos — Confesó mordiéndose los labios, causando rebote en mi estomago que estaba segura si hubiera comido, le hubiera vomitado encima.
— Acércate, te demuestro la noche espectacular que hemos pasado — Susurre con voz seductora ocasionando que abriera los ojos de la impresión, haciéndome caso — Eres y siempre serás un asco — Comente mientras le daba una cachetada con mi mano derecha aprovechando que se encontraba suelta.
— ¡Desgraciada! te comportas o haré que todo el mundo te humille — Amenazó cogiéndome de la mano, mientras me miraba con odio.
— ¿Cómo harás que me humillen? — Resople mirándolo también con odio, tenía más razones — Cuéntame, sorpréndeme.
— Pasando fotos desnudas tuyas por todos lados — Manifestó causando que mi corazón se quedará helado, no solo se había aprovechado de mí si no se había tomado el trabajo de hacer un set pornográfico mío — De antes y de ahora — Concluyó, ocasionando que volteara hacia un lado, había ganado.
Al final, había ganado solo que no sabía cómo escapar de aquel lugar; acepté ser sumisa mientras encontraba la forma de escapar. Odiaba esta idea, pero realmente no tenía forma de que me ayudarán, ahora me encontraba secuestrada por mi antiguo niñero donde no tenía ni idea de donde estaba parada; solo esperaba que Tomas y mi supuesta madre me buscarán por todos lados hasta encontrarme; definitivamente no entendía porque había nacido ni tampoco entendía el verdadero significado del amor, de la felicidad y de la ilusión.
POV’S TOMAS
Había pasado aproximadamente tres días y no teníamos ninguna razón de Lucero, cada vez me estaba preocupando más y no había forma de culpar a Juan, debido a que tenía cámaras de seguridad en su casa donde se demostraba que ella había salido sola y nadie se había ido detrás de ella; tampoco que hubiera vuelto a aquel hogar. Por un momento pensé, que había decidido perdonar a su madre e irse con ella y créanme que lo hubiera preferí así, pero no ni siquiera ella sabía dónde estaba haciendo la búsqueda desesperada a mi lado; sospeche del tal niñero que me menciono, pero la verdad no tenía ningún dato de él; ocasionando mayor impotencia en mi interior. Hasta Kathe me estaba ayudando a pegar poster buscándola desesperadamente. Su madre se culpaba por no haber estado con ella desde pequeña porque tal vez tendría un destino diferente; al final se había ido, pero siendo infeliz.
Decidí ir a lo alto de la montaña donde siempre iba con Lucero, pero esta vez en compañía de Kathe mientras mirábamos la ciudad completa; recordé todos los bellos momentos a su lado esperando que pudiéramos seguir compartiéndolos pronto; con Kathe decidimos gritar su nombre hasta quedarnos sin fuerza; queríamos que donde fuera que se encontrara nos escuchara porque no perdíamos la esperanza, el que hubiera causado esta terrible desgracia definitivamente iba a pagar.
— No te pongas bravo, por lo que voy a preguntar — Manifestó Kathe acercándose a la moto, mientras seguía mirando la ciudad.
— Cuéntame — Dije sin darle mucha importancia, no creía que llegara a ser algo tan grave.
— ¿Qué harías si Lucero no aparece o aparece muerta? — Pregunto con temor lo note en su voz, ya que cuando voltee a verla había cerrado los ojos esperando el regaño.
— Lucero va a aparecer, es el amor de mi vida y debo decírselo antes de morir — Murmuré acercándome peligrosamente a Kathe quien se sonrojo ante mi cercanía — Lucero siempre será la dueña de este corazón, moriré por encontrarla y traerla nuevamente con nosotros.
— Lucero va a aparecer sana y salva, tienes razón — Susurro Kathe antes de abrazarme para soltarse y coger el casco — Debemos irnos, tenemos poco tiempo para buscarla — Sentenció causándome una sonrisa, amaba tener su apoyo en esta situación colocándome el casco para montarnos en la moto y seguir buscándola, ¿Lucero donde te encuentras?