Hay formas de actuar que aún me aterran. (Filomena) Con mi amiga Sandra estuvimos planeando algún tipo de venganza para su esposo. Yo le insistía que le jugará con la misma moneda. —¡Búscate un amante joven! Qué te rinda en la cama y te deje sin aliento, de ser posible de esos que llevan las hormonas alborotadas y te cogen tres veces por hora. ¡Uno de esos es que necesitas! —Me mordía el labio y le hacía movimientos de pelvis, simulando un sexo salvaje. —No me des esos consejos que después te puedes arrepentir. Está muy reciente y debo decidir si me hago la tonta y sigo el juego o si elijo explotar y pedir el divorcio. —Estaba en una encrucijada, solo ella sabía cuál era la decisión que más le convenía. Estábamos terminándonos una botella de licor cuando llegó el señor Roberts y demos