—Si, si la celebración era para tu esposa y ya no está, ¿entonces para qué voy a estar? —Oh si claro, ¿Cómo sabes que se fue? —Bueno Blake, no ha entrado y tampoco la veo por aquí. —Si es cierto, permití que se fuera, me iría con ella, pero ahora debo cancelar todo lo que hice aquí. —No te preocupes. —De verdad lo siento, no tenía planeado esto. —Tranquilo… si quieres no canceles la mesa, mi hermano ha decidí quedarse a comer y tal vez a beber un poco. —Creo que necesito un momento así también. —dijo tocando su cabeza como si tuviera dolor de cabeza. —¿Y por qué no lo haces? —Porque mi esposa no se merece eso. No amigo, tú no la mereces a ella. —Entiendo, bueno, yo iré al hotel, dormiré un poco. —¿Seguro? Si necesitas algo, no dudes en decirme. —No te preocupes. —