—Ese hotel al que pidió que fuera, ¿es de ella? —pregunto caminando a mi oficina.
—Parece que sí —Odette me sigue.
Me siento en mi oficina y busco en mi cartera mi maquillaje de emergencia para comenzar a retocarme un poco.
—¿Qué tal su aniversario ayer?
—No llegó —respondí algo sentida.
—Oh, lo siento mucho —se queda en silencio.
—No te preocupes.
—Igual se ve radiante.
—Claro, de lo enojada que estoy con él, pero que vea cómo se va a esforzar porque no se la voy a dejar fácil, él siempre me enseñó que me tengo que dar mi valor para que nadie me pisotee y parece que sus consejos han funcionado, pero ahora que funciona, son un arma para él porque ni siquiera puedo comprenderlo, es como si me hubiese entrenado para esto en tal caso de que pasara.
—Okey…
—¿Estoy hablando demás? —me siento mal.
—No, desahóguese todo lo que quiera, estoy acostumbrada.
—Porque somos latinas y nos entendemos, no nos dejamos pisotear por nadie.
Odette también es mexicana y prácticamente me idolatra o algo parecido, está muy agradecida conmigo porque era ilegal y la ayude con todo para que fuera legal, por eso siempre está halagándome y eso.
Simplemente sabía que era de estar en su situación e hice lo que nadie hizo por mi, pero me hubiese gustado y no porque no lo pudiera hacer sola, pero necesitaba por lo menos una guía y no sentirme sola.
***
Me bajo del auto cuando llego al hotel, le doy las llaves al valet para que estacione mi auto y con mi tacones camino a la entrada.
No era primera vez que entraba a este hotel, de hecho, una vez mi esposo nos trajo para una reunión con un jugador, porque así lo quiso el jugador.
—¿Señora Grant? —me dijo un botones.
—¿Si?
—La señora Cliff la está esperando en su suite principal, acompañame —me da media sonrisa y yo le sigo.
Esto está siendo muy raro para mí, podría jurar que la señora Cliff parece lesbiana, seguramente aún está en clóset, porque que yo sepa es casada.
Disculpen, pero soy de las que piensan que los hoteles son para vacacionar o llevar amantes, no para hacer reuniones de trabajo.
A menos que quiera que le acomode el jardín de su hotel y quiere que esté en una vista alta para tener un mejor ángulo.
Subimos al ascensor y esperamos un poco, solo siete pisos tenía el edificio, eso está bien. Al llegar al piso deseado, el botones permitió que saliera.
El piso 7 era como un penthouse, tengo entendido que los demás piso hay varias habitaciones, pero el séptimo piso si que es la suite principal, y nadie puede subir a menos que tengas la llave, que es el único botón de ascensor que pide llave para subir.
—Si necesita algo, solo llámeme —dijo el botones antes de que se cerrara la puerta del ascensor.
Paseo por el salón, había una escalera de emergencia, tocó la manilla y está cerrada.
—¿Tan pronto quieres escapar? —Blake se aparece con un champagne en la mano.
—Blake… —pronuncio con molestia.
—De verdad perdóname. —se acerca con lentitud.
—Blake tengo una reunión, por favor.
—Amor, no asistí porque no llegue, fue por un vuelo largo, ¿De verdad me vas a castigar así?
—La señora Cliff llegará en el cualquier momento —ignoro sus palabras.
—Es primera vez que lo hago, bebé de verdad perdóname —insiste.
—Tu me enseñaste que no debo creer en justificaciones o en pretexto, solo en acciones.
—Te he enseñado muy bien nena.
—¿Por qué?
—Porque no quería que dependieras de mí en tal caso de que fallara.
—Eso significa que te quiera lejos de mí, puedo estar sin ti, llevamos tiempo así Blake, pero no quiero que estemos así, duele y me siento sola, no parece que tuviéramos diez años juntos.
—Lo sé, siendo otra ya hubieras renunciado a esto.
—Y no lo hice, porque vi tus esfuerzos a distancia y de verdad lo admiro y valoro mucho Blake, pero ¿Cuándo vas a descansar? ¿Cuándo le vas a dar a nuestra relación más que tres días a la semana? No somos unos niños que viven con sus padres, somos marido y mujer viviendo juntos.
—Piénsalo de este modo, así tendrás tu espacio y no habrá tiempo de discutir.
—Es normal discutir y tener espacio Blake, pero parece que aún no me estás entendiendo. —me doy la vuelta.
—Bebé, por favor. —Me abraza por detrás—. No me dejes, yo te amo.
—¿Qué haces aquí Blake?
—Salvándome de un strike.
—¿Quieres hacer falta?
—No, quiero recompensarlo.
—Para ser un agente deportivo, no aplica algunas reglas en este juego.
—Para mi no eres un juego, eres mi esposa. —me voltea.
—¿Y cómo crees que me siento?
Mis ojos se me aguaron.
—Estuve preocupada, porque ni un mensaje de que ibas a llegar tarde Blake, creí que te había pasado algo. —Él agacha su rostro.
—Lo siento bebé, tenía poca batería.
—Inventa una excusa mejor que eso Blake, porque antes mi Blake me contestaba hasta si estaba en el baño haciendo de sus necesidades. —me solté de él.
Estaba tan molesta que por un momento llegue a pesar lo peor, ya saben cómo es una de loca.
—Preciosa…
—Tengo una reunión Blake, lo siento, hablaremos de esto luego.
—No bebé, yo reprograme tu cita.
—¿Qué hiciste que?
—La señora Cliff es amiga mía, ¿Cómo crees que llegó a ti? Yo te recomendé y ella me hizo el favor porque eres mi esposa, es hermana mayor de uno de mis clientes y le pedí reprogramar su reunión para poder celebrar nuestro aniversario porque no llegué anoche, se enojo conmigo por eso y cedió nada más por ti.
Genial, no puedo ni conseguir mis propios clientes por talento, la mayoría son enviados por mi esposo, no me quejo, porque sus contactos tienen mucho dinero, pero hace que me sea difícil enojarme con él.
Y no es que sea por agradecimiento, claro que debo ser agradecida, pero sé que jamás me obligaría a hacerlo solo por agradecimiento, lo perdonaría porque lo amo y porque quiero estar con él.
—Por favor bebé.
—Mi demanda es que pases más tiempo en tu hogar, que soy yo.
—¿Adentro de ti o a tu lado? —bromea y me hace reír ese tonto.