JiHun cruzó la puerta giratoria de vidrio esta vez menos nervioso que la primera vez, ahora venía decidido. No iba a permitir que le volviera a pasar algo así a su hermano bajo ningún motivo.
Al menos había logrado que Jungho se quedara en casa dormido gracias al analgésico que tuvo que darle en la madrugada, solo por eso su hermano no había insistido en ir con él como lo había estado haciendo antes de caer dormido como un tronco.
JiHun realmente esperaba que la reunión no tardará demasiado para así volver y seguir cuidando de su obstinado y terco hermano el cual era capaz de salir del departamento para ir a buscarle. El chico era inteligente por lo que no le costaría nada encontrar el edificio.
—No me dijiste que tenías pareja, ¿él está bien con esto? —preguntó Taewook apenas lo tuvo frente suyo y percibió el aroma sobre el contrario.
—No tengo pareja —negó—. Ayer se lastimó mi hermano, por eso salí como alma que lleva el diablo al hospital y me quedé dormido en la misma cama por petición de él, es algo protector a pesar de tener solo diecisiete años... —sonríe—. Creo que debe ser porque es alfa —explicó JiHun recargando sus brazos en el mármol n***o del escritorio que llegaba poco más abajo de su pecho.
—Seguramente es por eso, alfas —resopló divertido—. ¿Pero él ya está bien? —pregunto preocupado.
—Si no te preocupes —aseguró—, nada que unos días en cama además de medicamentos que no pueda arreglar, gracias por preguntar —sonrió.
El omega sin poder resistirse, estiró sus manos apretando dulcemente los cachetes abultados de JiHun.
—¡Dios! no sabes cuánto quería hacer esto —explicó con una sonrisa sin soltar los suavecitos mofletes.
—Pues debiste hacerlo antes, muchos que apenas me conocen es lo primero que hacen —fanfarroneo orgulloso de sus abundantes mejillas, para JiHun sus mofletes nunca fueron un problema, había aprendido a amarse a sí mismo como le había enseñado su madre antes de dejarlos, y él se lo había enseñado a su hermano y todo aquel que lo necesitara.
Esa fue realmente una valiosa enseñanza que su madre le había dejado.
—Eso no puede ser verdad —murmuró incrédulo, dándole un último apretón antes de soltarle.
—¡Taewook! hombre ¿cómo estás? —preguntó un chico de hombros anchos, cuando se percató de la presencia de JiHun a su lado, lo observó unos largos segundos un tanto incómodos para el contrario antes de alzar sus manos y llevarlas hacia las mejillas del contrario—. ¡Dios! ¡Que tierno! —exclamó.
—Ves —pronunció JiHun con dificultad al tener sus labios en forma de pez.
—¡Eso no vale! ¡Jinwoon hyung siempre toca las cosas que le parecen tiernas! —reclamó como un niño pequeño.
—¡Pues perdóname por ser débil ante lo tierno! —dijo de manera indignada el nombrado, mirando a Taewook con el ceño fruncido no daba señales de querer soltar las mejillas de JiHun.
—Ya hyung, lo dejaras sin mejillas —indicó Taewook para el alivio de JiHun.
—Ay, perdón —soltó las mejillas del extraño joven.
JiHun llevó sus manos hacia sus adoloridos mofletes que tenían un tono rojizo en señal de protesta, los masajeo de manera suave, intentando aliviar la ligera molestia.
—No importa —sonrió amable, perdiendo sus ojos en el acto al formar unas lindas medias lunas.
—Que linda sonrisa —pronunciaron ambos omegas contrarios sonrojando un poco a JiHun.
—¿Quién es este joven?
—Él es Ahn JiHun, mi nuevo amigo —presentó—. Viene para... ¡Mierda! Aún no le he avisado al jefe Yejoon —recordó con temor, alejándose un poco del par para hacer su trabajo.
Jinwoon observó a JiHun y alzó ambas cejas al recordar de dónde había escuchado ese nombre.
—¿Eres el omega que viene por Yoosuk? —pregunto curioso.
—Yo... ¿Yoosuk? ¿Cómo lo sabe? —respondió confundido, inclinando un poco su cabeza hacia la derecha mientras aún tenía sus manos sobre sus mejillas.
—Aww... Eres tan tierno —se distrajo—. Yo soy Young Jinwoon pero puedes decirme Jinwoon hyung —se presentó—. Soy el esposo de Young Yejoon y Moon Yoosuk es nuestro amigo en común, él es el hombre con quién tendrás la reunión hoy —aclaró.
—Jinwoon hyung un gusto, si gusta puede decirme JiHun o Hunie... Gracias por la explicación, me gusta su aroma de vainilla y menta —no pudo evitar pronunciar, cerrando sus ojos al recordar el aroma de su madre.
—A mí el tuyo, aunque estés bañado en el olor de tu alfa aún lo puedo distinguir. Lluvia y flores ¿cierto? —preguntó con una sonrisa.
—Si y no tengo una pareja —indicó—. Es el aroma de mi hermano menor que es un alfa —explicó algo avergonzado.
—Uno muy protector y celoso por lo que puedo apreciar —sonríe con diversión—. Alfas, quien los entiende —dramatizo sacándole una carcajada al joven omega.
—Hunie, el jefe Yejoon y Yoosuk hyung con su pareja te esperan arriba —informó—. Me gustaría acompañarte pero tengo que hacer otra llamada —se lamentó.
—Está bien, yo le acompaño —anunció Jinwoon—. De todas formas, vine a ver a Yejoonie —se encogió de hombros.
—Gracias —pronunciaron ambos menores.
Subiendo al ascensor, JiHun se posicionó al lado de Jinwoon mientras este apretaba el décimo piso. Escondió sus manos en los bolsillos de la sudadera, le transpiraban un poco por los nervios y no quería que el contrario se diera cuenta de ello. Pero a medida que subían de piso, los nervios comenzaban a traicionarlo en su aroma al igual que su propio cuerpo. Su pie izquierdo no dejaba de golpear contra el suelo de manera rítmica.
Jinwoon evitó decir algo al respecto para no avergonzar al menor de alguna forma, pero a medida que los segundos pasaban y JiHun seguía observando de manera ansiosa los números cambiar, el mayor no pudo evitar abrir su boca para calmarlo.
—No te preocupes, todo saldrá bien —aseguró el omega capturando la atención de JiHun—. Yoosuk es una buena persona a pesar de su fría o dura apariencia, puede llegar a ser muy dulce cuando quiere y solo con algunas personas —comentó.
—¿Y su pareja? —preguntó JiHun, tratando de distraerse.
Tal vez escuchar de otra persona, aunque sea un amigo cercano, le ayude a conocerlos mejor por otros ojos.
—Ella... —pronunció y calló por unos largos, largos minutos—. Se llama Soomin —dijo finalmente, torciendo sus labios en una mueca que no pudo ocultar del todo mientras evitaba rodar sus ojos.
JiHun rió sin poder evitarlo ante la expresión del mayor, aunque tenía curiosidad por la escasa información que le proporcionó el contrario. No parecía tener muy buena opinión de ella.
—¿No le agrada ella, Jinwoon hyung? —preguntó con una voz adorable para los oídos del contrario.
—No es que no me agrade —pronunció con un suspiro—. Reconozco que hace feliz a Yoosuk y eso me hace feliz porque él es un gran hombre que tuvo un poco de dificultad en su niñez y parte de su adolescencia —concedió—. Pero así como le brinda felicidad, también sé que le produce tristeza y eso no me gusta —agitó su cabeza de forma negativa—. Además, tiene una personalidad un tanto... Desagradable —hizo una mueca al recordar cómo trataba a las personas que no eran del mismo estatus económico según ella—. Pero no toda su personalidad es así... —agregó algo dudoso, no quería mentir pero tampoco deseaba que por sus comentarios JiHun decidiera no ayudarles.
No se perdonaría aquello.
—Bien... Creeré en las palabras de Hyung y los conoceré antes de juzgarles —Jinwoon sonrió y volvió apretujar las mejillas del contrario hasta que las puertas se abrieron y apareció su alfa.
Yejoon alzó una ceja al contemplar a su pareja acosando al joven omega, pero la sonrisa de su pareja hizo que se quedara callado al respecto.
—¿Cuándo se conocieron? —preguntó a cambio, retrocediendo un paso para que ambos omegas salieran del ascensor.
—Recién abajo —respondió con una sonrisa Jinwoon.
—JiHun, Yoosuk te espera en mi oficina y Soomin está en el baño retocando su maquillaje —informó—. Yo les dejaré a solas para que conversen y se conozcan, pero volveré —prometió tomando la mano de su esposo.
JiHun asintió con una pequeña sonrisa, se despidió agitando suavemente su mano de la pareja y luego recorrió el mismo camino del día anterior. Una vez frente a la puerta, respiró profundamente y golpeó por cortesía antes de abrir y entrar.
El hombre llamado Yoosuk le esperaba sentado en el sofá de cuero rojo que estaba en una esquina de la oficina, distraído con su celular no le presto atención inmediatamente. JiHun frunció levemente sus cejas cuando se le hizo conocido aquel alfa. Observándolo, no pudo más que concordar con Jinwoon ante su descripción de apariencia fría y dura.
Yoosuk alzó la mirada de su móvil al sentir un aroma diferente en el aire hasta que cayó en el pequeño omega frente a él, se levantó rápidamente pero elegante, dejando completamente olvidado su móvil.
JiHun caminó hasta llegar al sofá y entonces recordó de dónde lo había visto. Abrió exageradamente sus ojos al reconocerlo y se inclinó haciendo una perfecta reverencia que preocupó al alfa ante el repentino movimiento.
—Lo siento, ayer no me disculpé con usted —pronunció apenado.
Yoosuk lo observó unos segundos confundido y luego recordó.
—No te preocupes por eso, se veía que había pasado algo grave —pronunció quitándole importancia al asunto—. Toma asiento por favor, y si gustas conversamos mientras vuelve mi pareja —propuso con total calma.
Enderezándose, JiHun asintió con sus mejillas rojas de vergüenza y tomó asiento al frente del alfa, en un sofá individual. Una vez sentado, observo cualquier cosa menos el hombre que le seguía observando en silencio, estudiándole.
—Mm... —carraspeó ya algo incómodo del silencio—. ¿Y... Cómo es esto? —preguntó con un tono tan inocente que ni siquiera debería de ser legal.
Yoosuk sonrió ligeramente, se podía apreciar que el pobre chico estaba nervioso y debía admitir, que era más hermoso de lo que había alcanzado a observar el día anterior en aquel pequeño encuentro.
Aunque a su lobo le molestaba no poder distinguir todo el aroma del omega al tener otro sobre él, uno de alfa.
—¿Es tu primera vez, cierto? —preguntó.
—Sí —admitió observándolo, no le veía el sentido de mentir al respecto y si era tan amigo del doctor Yejoon, seguramente también lo sabría.
—No te preocupes por nada —sonrió tratando de calmarlo—, esta es nuestra cuarta vez a decir verdad —comentó.
—¿En serio? —pregunto sorprendido, inclinándose hacia adelante en un gesto que indicaba que le prestaba atención.
—Así es —asintió—. El primero fue una mujer beta que rechazó el embarazo al primer mes, el segundo un omega que no tenía las características adecuadas y aunque lo intentó no pudo y la tercera una mujer beta que rechazó el ADN combinado de mi pareja y mío, sólo algunos son capaces de aceptarlo —explicó.
—Ooh —murmuró atento a la explicación—. No responda si no quiere pero... ¿Por qué quiere tanto un cachorro? —pregunto algo curioso.
Después de tres intentos, todos fallidos, cualquiera ya se hubiera rendido.
—Eso, pequeño omega, es debido a que es mi sueño tener un hijo pero mi pareja tiene un problema en su útero que no me deja fecundar en ella. Aun así ninguno de los dos se ha rendido —explicó con una sonrisa orgullosa.
JiHun observó la sonrisa sincera del alfa, una muy linda por cierto, y pudo apreciar que en verdad deseaba tener un cachorro, y una parte de él estaba dispuesto a ayudarle si se podía.
—Eso es muy tierno —pronunció con una sonrisa donde sus ojos se perdían. Una la cual Yoosuk encontró singular y tierna.
—Ahora... Si no te incomoda, ¿podrías darme tu razón? —preguntó—. Claro, solo si gustas —añadió—. Es que solo que me parece que eres alguien bastante joven, por lo general solo lo hacen personas, en su mayoría mujeres betas mayores de 25 años —explicó—. Además, ¿tu alfa estará de acuerdo con todo esto?
JiHun arrugó su pequeña naricita ante la mención de una pareja, él no tenía un alfa pero todos parecían creer lo contrario. Entonces recordó que tenía encima el aroma de su hermano y se sonrojó furiosamente esquivando la mirada del alfa.
Lo meditó unos segundos, Yoosuk le había dicho sinceramente su razón así que él también debería confiar un poco y contarle su problema.
—Mi padre falleció hace poco y nos dejó una gran deuda de la cual ahora yo tengo que hacerme cargo además de pagar los estudios de mi hermano, el departamento, la comida, etc. —explicó—. No puedo privar a Junnie de sus estudios para que me ayude a reunir el dinero, solo tiene diecisiete años como para que se preocupe en ello —torció sus labios—. Entonces, leí que los vientres de alquiler son bien pagados e inmediatamente mi hermano me advirtió que podría ser difícil para mí, debido a mi naturaleza maternal como omega. Insistió en que podríamos buscar más formas —recordó con cariño—. Pero ayer ocurrió algo que me hizo decidirme. Además, usted es sincero conmigo y puedo apreciar que en verdad desea tener un cachorro, así que si le puedo ayudar estaría más que encantado —terminó con una sonrisa sincera.
—Eres una persona increíble —exclamó sincero.
Muchos guardarían rencor si por culpa de uno de sus padres se vieran en la situación en la que se encontraba JiHun, pero por el contrario, el joven omega seguía hablando con cariño de su padre cuando lo nombraba.
—Pero también debes de recordar que tu hermano no es el único joven aquí, tú igual lo eres pequeño —indicó.
—No soy tan pequeño —reclamo con un puchero.
—Claro que si, tu alfa es muy afortunado al tenerte como pareja —volvió a mencionarlo, no sabía por qué, pero quería saber si había o no una persona aunque en su archivo salía que era soltero.
—Yo no tengo alfa... Es el aroma de Jungho, mi hermano... —contestó tal vez pensando que no había sido una muy buena idea para él dormir con su hermano anoche.
Algo dentro de Yoosuk se removió ante ello, pero antes de poder entenderlo la puerta se abrió interrumpiendo el agradable silencio y miradas de ambos.